El arte puede documentar un lugar, explicar un proceso o representar un ideal, pero también puede señalar una problemática y detonar un cambio. Es lo que propone la muestra ‘Entre nosotros y los otros: Juntos Aparte’ sobre la migración en la frontera colombo-venezolana, que puede verse en Madrid.

1Según contó a EFE la comisaria de la muestra, la argentina Diana Wechsler, durante una entrevista en la Casa de América de la capital española, que aloja la muestra después de que esta haya pasado por Colombia y Argentina, la exposición nació de un llamado abierto de la plataforma argentina de arte BIENALSUR, en el que un gran número de propuestas trataban las migraciones como eje central de sus proyectos.

De uno de ellos salió ‘Entre nosotros y los otros: Juntos Aparte’, una diversa exposición en la que hay esculturas, vídeos, posters, instalaciones, ilustraciones o incluso una colección de cédulas (documentos de identidad) pintadas a mano de migrantes entre San Miguel (Venezuela) y Cúcuta (Colombia), ciudad esta última que en 2018 y 2019 recibió una gran ola migratoria de ciudadanos venezolanos.

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“En 2017 Alex Brahim, de Cúcuta, presentó junto con su hermano este proyecto que era una propuesta para activar desde el arte y la cultura la problemática fronteriza”, explica la comisaria, quien recuerda que ese momento era el momento más crítico del problema migratorio entre Colombia y Venezuela”.

El proyecto, dice, “tiene que ver con la historia de esa ciudad /Cúcuta) que tuvo mucho desarrollo entre finales del siglo XIX y principios del XX, pero después fue apagándose y bueno, esta situación de ser frontera y de esta activación cultural realmente modificó el perfil de la ciudad”.

“Pero lo más interesante, y es algo que es parte de la misión de proyectos como este, es que van regenerando las dinámicas sociales” porque, según subraya la argentina, en 2017 había “mucha xenofobia” en la localidad, especialmente contra los venezolanos.

En esos años “llegabas y el taxista que te llevaba del aeropuerto al centro te decía ‘ahí están los venezolanos’ y uno se preguntaba ¿cómo se da cuenta?, si están en una plaza sentados, sin maletas”, narra Wechsler, quien celebra que la situación haya mejorado

“Las dinámicas eran otras y en buena medida gracias a este proyecto”, incide.

Y es que, a su juicio, “la problemática contemporánea de las migraciones” no es “ajena a ningún país”, pero subraya que también estos movimientos “crea lazos intangibles en la memoria de una comunidad” y genera aspectos positivos para las sociedades.

La argentina, que defiende el “derecho a la cultura”, considera también que la migración es algo que atraviesa plenamente a los artistas, teniendo en cuenta que muchos de ellos se forman a través de residencias en otros países.

“El arte contemporáneo en sus dinámicas de funcionamiento se puede decir que tiene mucho de una lógica de migración y me parece que hay algo de esa lógica migratoria que tiñe la escena, pero también me parece que no es casual que cada vez que hacemos un llamado abierto, recibamos tanta proporción de trabajo que piensan las problemáticas migratorias”, incide.

“Creo que es un tema que está más presente en las sociedades de lo que lo que las sociedades quieren ver”, remacha.

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