En la cima de un cerro en los límites de Xalapa con la Cuenca del Río Actopan y a un costado de la carretera a Alto Lucero, se encuentra la escultura de una imponente Virgen del Rosario que mira hacia el noreste y está rodeada de un hermoso paisaje. Abajo se ven las casas de la localidad Seis de enero rodeada de sembradíos de caña en un valle donde domina el verdor del campo.

El monumento de la Virgen que muestra un manto azul cielo y en sus manos un largo rosario con su crucifijo, fue construido en cemento armado con una altura de 11 metros. A un lado se encuentra un alto andamio provisional que rodea una cruz metálica de más de 15 metros. 

La escultura monumental fue realizada durante varios años por el escultor Ignacio Pérez Solano, quien nació en Tlacotalpan en 1931 y falleció el pasado mes de julio en Xalapa, el lugar donde residía. Nacho Pérez, como se le conocía en la comunidad intelectual, estudió en la Academia de San Carlos y en el Centro Superior de Artes del INBA. Era el decano de la escultura en Veracruz y el último representante de la escuela mexicana de escultura. Su obra es ampliamente conocida en el estado y en varias ciudades del mundo, especialmente sus réplicas de cabezas olmecas que presiden avenidas, espacios públicos y museos en metrópolis como París, Madrid y Washington. 

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El enorme monumento se encuentra dentro de terrenos ejidales adquiridos por el artista con el producto de sus obras, para destinarlos a un parque ecológico con esculturas dedicadas a la madre tierra, al aire, el fuego y el agua. En un espacio de esa propiedad levantó el monumento a la Santa, pensando siempre en constituir un santuario a la Virgen del Rosario en el que decidió que no se cobraría el acceso a los visitantes católicos.

En una entrevista del 2 de marzo del 2012 que le hizo el periódico Marcha y que se encuentra en YouTube, el escultor manifestó lo siguiente: “Este predio que está aquí, es especialmente escogido para este santuario, está en proceso, ya la Virgen está casi terminada, la estoy haciendo a pulso y requiere muchos centavos. Dios me está ayudando a la manera de cómo resolver el asunto de este Santuario”. 

“Me muevo en esta forma, estoy jubilado, y estaba yo como un pajarito, como en una jaula invisible. Y dije, “me voy a morir y no voy a cumplir mis ideales”. Esto fue por ideal, por amor personal a Dios. Por mi gente, mis hijos, mi familia, que es muy devota. La Virgen mide 13 metros, lo vamos haciendo a pulso, con sacrificios. No le hemos pedido a ninguno nada. Y sería bueno que en el camino, apoyara Turismo, sobre todo, porque esto es para turismo, un corredor turístico. Aquí no se va a cobrar absolutamente nada, es un patrimonio para la humanidad, sí, y me jacto decirlo así, yo no pretendo nada. Porque en mi hora de vuelo, ¿yo que me voy a llevar?”

Pareciera que con esta ejemplar muestra de devoción, el escultor celebró el 800 aniversario de la aparición de la Virgen del Rosario en el sur de Francia, ocurrida en el año de 1208. Y lo más notable es que en la cuenca del río Actopan existen dos pueblos cuyas iglesias están consagradas a esta virgen: las de Trapiche del Rosario en Actopan y la de Monte de Oro en Úrsulo Galván. El siete de octubre es el día consagrado a ella. Se sabe que algunos devotos han querido hacer una misa en el propio santuario que se consolida poco a poco por la iniciativa de don Nacho, un hombre apreciado por muchos en la región, a quien se le recuerda con cariño.

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