El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el gobierno de Yucatán preparan un nuevo esquema de colaboración en torno a temas como el ambulantaje que prevalece en Chichén Itzá; la situación de la comunidad de Pisté, cercana al sitio arqueológico; el ordenamiento de los guías de turistas, y la coordinación de flujos de visitantes, entre otros temas.

Respecto de la construcción del Tren Maya, cuya ruta pasará por algunos asentamientos prehispánicos importantes de la región, el delegado del INAH en Yucatán, Eduardo López Calzada, dijo en entrevista con La Jornada que no sólo vamos a contribuir con la protección del patrimonio cultural, sino que nos vamos a sumar con ese gran proyecto de desarrollo de varias zonas arqueológicas de la Península de Yucatán.

El instituto, continuó, revisa el convenio que tiene con Yucatán desde hace tres décadas respecto del manejo y operación de 15 paradores turísticos en sitios arqueológicos en esa entidad, luego del boicot que realizaron hace unos días agencias de viaje, cuando en protesta por el aumento en el precio de entrada a Chichén Itzá propuesto por el gobierno estatal, desviaron los recorridos hacia Tulúm, en Quintana Roo.

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El antropólogo Eduardo López Calzada explicó a este diario que se encuentra en pláticas con las autoridades del Patronato de las Unidades Culturales y Turísticas del Estado de Yucatán (Cultur) para llegar a un nuevo convenio que genere desarrollo cultural y turístico en la región.

Estamos analizando los factores en juego; en el caso particular de Chichén Itzá tienen que ver con mejoras físicas a la infraestructura y los recursos que se darán para investigación arqueológica, añadió.

Los operadores turísticos suspendieron el boicot luego de llegar a un acuerdo con el gobierno de Yucatán, que tiene que ver con promesas de implementar un plan de incentivos, remodelar sanitarios y reubicar a los vendedores ambulantes que se encuentran en el sitio.

Nuevas tarifas de ingreso

El precio de entrada a Chichén Itzá que cobra el instituto al público nacional a partir de 2019 es de 75 pesos, más 92 que hay que pagar a Cultur para la conservación de las zonas arqueológicas; 167 pesos en total. Para extranjeros, la entrada que cobra el gobierno del estado de Yucatán es de 172 pesos, un total de 247 pesos sumando lo que debe darse al INAH.

El gobierno yucateco propuso que a partir del primero de febrero se cobre a visitantes internacionales 480 pesos, con el argumento de que en sus países están acostumbrados a pagar sumas superiores por ingresar a zoológicos o museos de menor envergadura que Chichén Itzá, según argumentó a La Jornada Maya el director del patronato Cultur, Mauricio Díaz Montalvo.

El ingreso al espectáculo nocturno de luz y sonido titulado Noches de Kukulkán tiene un costo general, hasta el 31 de enero, de 498 pesos. No hay datos en la página oficial del show acerca del precio que se cobrará a partir del primero de febrero.

Queremos volver a la esencia del acuerdo que teníamos con el gobierno de Yucatán que es, básicamente, tener recursos para la investigación, la conservación del patrimonio cultural de todo el estado, así como hacer más eficientes los servicios, reiteró López Calzada.

“Estamos revisando todo nuestro esquema de operación con Cultur, continuó el antropólogo, no sólo el relativo a las tarifas, las cuales, por ley, se ajustan cada año. Ese convenio con el gobierno de Yucatán tiene más de 30 años, necesitamos renovarlo, en eso estamos. Chichén Itzá no se va a convertir en una zona prohibitiva por sus precios.

Llevamos ya algunos avances en torno al tema de la operación del sitio; existe un programa de mantenimiento con Cultur para resolver las contingencias que se nos presentan, por ejemplo, acabamos de pasar un periodo vacacional en el que se incrementó notablemente el número de visitantes y no tuvimos mayores incidentes.

En promedio, Chichén Itzá recibe entre mil y 3 mil personas diariamente. En temporada alta llegan hasta 15 mil visitantes en fin de semana, y 25 mil al recorrido nocturno de luz y sonido, o más en una sola tarde. El boicot no afectó los ingresos a Chichén Itzá, detalló el delegado del INAH-Yucatán.

La zona maya, uno de los sitios prehispánicos más importantes del mundo, cuenta con un Plan de Manejo y Operación que actualiza las estrategias de control del flujo de visitantes, direccionando la visita hacia ciertos sectores cuando se requiere. Son procedimientos habituales que tienen muy buenos resultados.

Respecto de la posible llegada de la ruta del Tren Maya, López Calzada señaló que la estrategia no sólo será incrementar el flujo de turistas, sino que las visitas sean de mayor calidad, “mejorando la infraestructura de accesibilidad al sitio, sobre todo para garantizar la seguridad de las personas. Es muy afortunado que se considere a Chichén Itzá y Uxmal como parte de esa ruta; estamos preparados para ello.

Antes de que termine el mes estaremos en condiciones de informar acerca de los nuevos esquemas en torno a temas como el ambulantaje, la comunidad de Pisté, los transportistas, el ordenamiento de los guías de turistas y la coordinación de flujos de visitantes entre Quintana Roo y Yucatán, concluyó el antropólogo.

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