El célebre escritor argelino Mohamed Moulessehoul, más conocido por su seudónimo femenino Yasmina Khadra, ha restado importancia al uso de éstos y sostiene que “no tiene nada que ver con la literatura”, pues “lo que cuenta es el talento”.

Así lo expresa sobre la polémica suscitada entre algunos sectores feministas por el caso de Carmen Mola, seudónimo usado por los guionistas Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, ganadores del Premio Planeta 2021.

En un encuentro con periodistas con motivo de la publicación en España de su novela La sal de todos los olvidos (Alianza Editorial), Mohamed Moulessehoul (Kenadsa, Argelia, 1955) plantea: “¿Cree que las escritoras son mejor aceptadas que los escritores? No creo que ésta sea una buena idea.

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“El seudónimo no tiene nada que ver con la literatura. El talento de un escritor empieza cuando se abre la portada de un libro”, explica.

En este contexto, Yasmina Khadra asegura que “hay mil motivos” por los que un autor adopta un seudónimo; pone como ejemplo que “hay escritores que buscan tener éxito y cambian de seudónimo para tantear”.

Personalmente, aclara, eligió un seudónimo “para escapar de la censura del Ejército”. El comandante Mohamed Moulessehoul participó en la guerra civil argelina entre los islamistas y el gobierno que arrancó en 1991 y se prolongó durante casi 10 años. “Mi situación era cuestión de vida o muerte. Adopté un seudónimo femenino porque estaba seguro de que podía morir en esa guerra terrorista”, relata.

Además, reconoce que fue su manera de agradecer a la mujer que lo apoyó “durante toda la vida. Ella quien me propuso adoptar un seudónimo para seguir escribiendo”, asegura el autor, y agrega que “no es más que un seudónimo, nada más. Estoy seguro de que si hubiera escrito con uno masculino habría tenido más éxito, porque los hombres reinan en todo lo literario. Lo importante es lo que hay en el texto. Lo que cuenta es el talento, el genio. Todos esos ingredientes que nos hacen soñar, viajar”, recalca.

Liberar a la mujer

Sobre si cree que la denominada “quinta ola” del feminismo puede llegar a los países del mundo árabe, el autor sostiene que “la mujer es descalificada en todo el mundo”, y apunta que, en su opinión, “el hombre todavía no ha entendido que su suerte se basa exclusivamente en la mujer. Nunca conseguirán liberar su espíritu, si no liberan antes a la mujer”, subraya, al tiempo que apunta que esa lucha continúa, “ya sea en Oriente u Occidente.

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“No sé por qué el hombre se considera superior a la mujer, cuando el hombre es estúpido, se le engaña en cierto modo, es pretencioso, mientras la mujer es sobria, responsable, tiene mucho coraje”, declara el escritor, quien cree que “todas las cualidades humanas se encuentran “primero en la mujer”. “Estoy convencido de que con el tiempo la mujer ganará”, afirma.

En La sal de todos los olvidos, mientras Argelia aún vive la euforia de la independencia, el mundo de Adem se derrumba cuando su mujer lo abandona. Incapaz de superarlo, se lanza a vagabundear por los caminos al encuentro de otros náufragos de la vida: un enano en busca de la verdadera amistad, un músico ciego de profético cantar, un siquiatra que lee a Gógol y a Pushkin, veteranos marcados por la guerra, presidiarios convalecientes.

Abandonará las letras

Con relación a ésta, su novela más reciente –escrita antes de la pandemia–, el escritor adelanta que en ella quiso contar la historia de una depresión nerviosa surgida de una especie de confort que se creía natural. “Adem estaba casado y pensaba que su mujer estaba ahí sólo para decorar”, señala, al tiempo que apunta que “es un poco lo que sucedió a algunos argelinos, que pensaron que ya lo tenían todo y luego la realidad los sorprendió”.

Moulessehoul –no escribió “nada” durante el primer año de pandemia de Covid-19 y especialmente en el confinamiento, entre otras cuestiones, por la pérdida de familiares cercanos y amigos de la infancia– destaca que la crisis sanitaria finalmente le permitió crear dos novelas, una se publicará en 2022 y la otra en 2023.

“No me apetecía escribir absolutamente nada. Luego, poco a poco, la vida fue superando esa amenaza, y creo haber escrito el libro más bonito de mi vida. Se publicará el próximo año”, concluye el autor argelino con nombre de mujer.

Finalmente, explica que abandonará la literatura tras la publicación de sus próximas obras debido a que, pese a su éxito entre el público, no ha recibido “ni un apoyo” de las instituciones literarias de todo el mundo. “Cuando estamos en un medio que se niega a sanarse, prefiero marcharme”, concluye.

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