El Ministerio de Cultura y el Museo Nacional de Colombia presentaron hoy el contramonumento ‘Fragmentos’, de la escultora Doris Salcedo, hecho con metal de las armas que entregaron las exguerrillas de las FARC a las Naciones Unidas bajo el Acuerdo de Paz de noviembre de 2016.

El contramonumento, un nuevo espacio de arte y memoria que tendrán los colombianos en el centro de Bogotá, fue ideado por Salcedo y realizado con la colaboración de mujeres víctimas del conflicto armado colombiano.

El concepto de contramonumento es una forma de criticar la violencia que vivió Colombia por más de medio siglo y que dejó cerca de 300 mil muertos y más de ocho millones de víctimas, pues “la violencia no se puede glorificar”.

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El espacio, en una casa colonial de Bogotá que está adornada por un piso negro que cuenta historias en cada una de las baldosas, será operado por el Museo Nacional de Colombia y tendrá una programación que presentará obras comisionadas especialmente para el sitio, actividades culturales, conferencias y talleres.

La obra consta de tres espacios articulados en una superficie de 800 metros cuadrados de metal conformada por mil 300 placas metálicas obtenidas de las 37 toneladas de armas entregadas por las FARC, convertidas ahora en el partido Fuerza Revolucionaria Alternativa del Común.

La artista “ha concebido un lugar que busca crear diálogos a partir a partir de una nueva plataforma física y conceptual, que propone una reflexión constante sobre los efectos y rupturas del conflicto armado colombiano”.

La escultora indicó que el espacio entrelaza los conceptos de “superficie, silencio, vacío y ruina”, en “una escala humana que gracias a la paz nos permite a los colombianos pararnos sobre una nueva realidad”.

“Mi obra invita al silencio para que nos podamos escuchar… Hay escépticos que, pese a lo que ha pasado aún dudan de que las armas se hubieran entregado… Es realmente extraordinario tener 37 toneladas de armamento inutilizado en un piso que se convierte en espacio de arte y memoria”, apuntó Salcedo.

El Acuerdo de Paz estipuló que con las armas de las FARC se harían tres monumentos: uno en Bogotá, otro Cuba y el tercero en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, estos últimos para ser presentados en 2019.

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