Mahdi Gilbert nació sin manos hace 34 años en Canadá, lo que cual no le ha impedido convertirse en un mago de relevancia internacional que ha hecho del ilusionismo el medio para expresarse, comunicarse y conectar, además conferirle poder cuando se sentía impotente a causa de su discapacidad.

“La magia me ha dado mucho en la vida y me ha permitido desarrollar habilidades utilizando mi mente y mi cuerpo”, afirma en una entrevista concedida a EFE este ilusionista que ha viajado a León para participar en el Festival Internacional Vive la Magia, el certamen más importante de cuantos se celebran en Europa.

Y agrega: “La magia me ha dado una sensación de poder cuando me sentía impotente y además la mayoría de mis grandes amigos de la vida los he conocido gracias a la ella”.

“Me ha permitido perseguir mis intereses y pasiones y ver mundo. Me ha dado mucho”, abunda el mago canadiense.

También subraya que la magia le ha hecho “mejor persona” porque le ha permitido darse cuenta de que tiene un don que debe compartir con los demás.

“Cuando era más joven siempre me decían que era inspirador pero no lo entendí hasta que supe el efecto que tenía en la gente”, remarca Gilbert, quien añade que después de algunos espectáculos la gente le contaba historias y le escribía cartas en las que relataban cómo había influido en sus vidas.

“Me di cuenta entonces de que tenía la responsabilidad de utilizarme a mí mismo y mi historia para ayudar a los demás en este mundo en la medida de mis posibilidades”, afirma.

Preguntado si también se hubiera dedicado a la magia en el caso de nacer con manos precisa que “probablemente si”, aunque matiza que lo haría desde otra perspectiva eligiendo siempre el camino más difícil.

Gilbert explica que sus inicios en el mundo del ilusionismo fueron en proceso “muy difícil y lento” y que le costó mucho trabajo desarrollar sus técnicas.

“Todos los manuales de técnicas fueron escritos para personas con manos así que he tenido que adaptar todo para mi cuerpo, pero afortunadamente a cada paso que doy creo y descubro nuevas formas de manejar las cartas”, remarca.

También valora que la magia sea “un arte muy inclusivo con personas de todo tipo y no discrimina a nadie”, aunque subraya que independientemente de las circunstancias de cada uno lo único que le importa a los magos es hacer buenos trucos.

“Creo que en la magia ocurre lo mismo que en cualquier ámbito de la vida, y si quieres destacar tienes que trabajar para ello aun sabiendo que en la mayoría de los casos vida nunca es equilibrada ni justa”, ha advertido

Y afirma rotundo: “Lo que en ningún caso puedes hacer es quejarte porque los problemas de cada uno es algo que a nadie le importa y el único camino es concentrarte en ser lo mejor que puedas”, la única forma “de que te ocurran cosas buenas en la vida”.

Sobre la escasa presencia de mujeres en el mundo de la magia, Gilbert no encuentra un motivo principal, aunque destaca que hay nombres muy importantes que han obtenido un gran reconocimiento.

“Estoy convencido de que cada vez habrá más magas, lo que sin duda será un efecto llamada para que las niñas que las vean actuar encuentren un modelo de conducta y aspiren a ser como ellas”, ha explicado.

Finalmente, ha indicado que considera que “cada país tiene su propio estilo de magia”, y asegura que a menudo cuando ve actuaciones de colegas es capaz de adivinar su procedencia simplemente observando sus manos y su forma de moverse”. 

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