Manuel Martínez es un guitarrista, cantante y multi instrumentista de la Ciudad de México. También conocido como Manuel Tekyla, ha sido integrante de diversos grupos de rock en la capital del país. Una de sus mayores satisfacciones es su pequeña escuela de música donde ha formado a decenas de jóvenes ejecutantes de guitarra y bajo. Inicialmente se formó en la escuela de música de Bellas Artes y continuó en la academia del Sindicato de Músicos. Se ha especializado en importantes talleres de composición y armonía y también ha tomado clases de perfeccionamiento con Al Di Meola, Michael Angelo Batio, Jennifer Batten y otros grandes guitarristas.

En esta entrevista con Palabras Claras, el músico, compositor y cantante habla sobre sus experiencias en torno a su participación en el proyecto veracruzano de poesía musicalizada “Viaje con poetas”.  

¿Cómo llegas a este proyecto?

Tengo amistad con el maestro Borislav Ivanov Gotchev, uno de los grandes violinistas de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, que además es compositor y que, con computadoras y sintetizadores, hace música progresiva de vanguardia. Con él había grabado dos canciones hace tiempo. A finales de 2018 me invitó a participar en este proyecto. Así me llegaron las melodías de canciones de Franco González, compuestas a partir de dos grandes poemas veracruzanos. Me agradó el concepto y comenzamos a trabajar a la distancia, vía correo electrónico, ellos en Xalapa y yo en México.

Anuncios

Es un proyecto de varios años atrás, donde Franco, a quien sólo conozco por la vía telefónica, ya había producido un disco de poemas de Díaz Mirón, María Enriqueta, Bonifaz Nuño y otros, cantados por Los Tres de Coatepec, que se ha difundido en Youtube.     

La propuesta que él me hizo fue que yo cantara dos primeras canciones, cuya letra y acordes me envió, pidiendo respetar íntegramente la letra de las poesías y la melodía creada. Boris hizo los arreglos y la musicalización de una de ellas. Además, yo tendría que hacer el arreglo y la musicalización del otro tema, aportando el bajo, las guitarras, la batería y la voz.

¿Y qué sigue en Viaje con Poetas?

Sé que el nuevo disco incluirá 17 poemas, y ya están las canciones compuestas con sus acordes. También sé que Boris ya hizo los arreglos musicales de una más. En este momento estoy trabajando en otras tres canciones del proyecto, compuestas por Franco, a partir de textos de Jorge Brash, Silvia Tomasa Rivera y otros poetas. Pero la pandemia y la insuficiencia de recursos afectaron los tiempos previstos.

¿Sirve a la sociedad este tipo de aportación cultural?

Aprecio este rescate cultural de poetas a través de la música, escuchando canciones que surgieron de textos guardados en libros buenos, pero que poco se leen. En este caos intelectual que se vive, me pareció una excelente idea traer el arte de antaño a los artefactos de la nueva tecnología, utilizando sintetizadores y guitarras eléctricas, armonizando las melodías que compuso Franco. Permear a la gente con arte de verdad y retomar la corriente del rock. Respecto a lo que la gente tiene que escuchar en las difusoras, en lo personal, no me gusta, y critico la proliferación musical de estilos como el reggaetón, los narcocorridos o la música de banda, con que los programadores de radio, televisión y disqueras masifican mediante la payola y demeritan la música, el arte y el idioma, disminuyendo y perjudicando otras manifestaciones y otros ritmos o estilos. Al final esta puede ser una opción válida y diferente para el radioescucha. 

Háblanos de tu experiencia en estas musicalizaciones y videos.

En el track Los trenes del poeta Jorge Lobillo, fue una labor ardua hacer la batería, el bajo, las guitarras eléctricas y hacer la voz con afinación e intención de acuerdo al poema y lo que yo sentí, algo complicado por ser cantado por primera vez, ideando toda la interpretación, apegándose al mensaje del texto y a la nostalgia que transmite. Fue una labor titánica y de estudio, complicándolo la distancia física entre compositor y cantante. Me apoyó el estudio Promaster de Daniel Olguín, excelente ingeniero de audio. Esta aventura parecía un vaticinio de lo que viviríamos en esta época de Covid-19. De esta canción me hacían muchos comentarios de que les gustaban los riffs, que son las frases que el ejecutante va haciendo en la guitarra eléctrica, gustaron las imágenes en sepia que recuerdan a los ochentas. De ambos poemas, la gente a veces dice que le cuesta trabajo entender la letra, y yo les contesto que un poema es arte, y que el arte le permite al espectador, que sea él mismo, quien lo interprete de la manera que lo entienda, lo mueva o lo conmueva.

Para poner el video en YouTube y redes sociales, hubo que trabajar muy duro, porque nuestro presupuesto personal para la cultura es muy pequeño, no hay apoyos institucionales. Se tuvo que buscar imágenes que tuvieran que ver con el poema. Al final de cuentas eso es arte, ir haciendo cosas que innoven y que estén bien hechas para que la mente humana no se pierda en la basura que abunda en los medios de comunicación.

¿Cómo participó Boris Ivanov?

En el track Toco el claxon a fondo, escrito por el poeta Ángel José Fernández, participó el artista bulgaro Boris Ivanov; el tema con arreglos musicales de él, tiene tintes y sonidos progresivos en el sintetizador. Ahí yo tenía que darle una voz humana a esa melodía, y que todos quedáramos de acuerdo, respetando la idea principal de Franco. Fueron dos o tres meses de trabajo. En el equipo todos estuvieron felices porque sonaba bien y con una competitividad internacional. Daniel Olguín ayudó con la captura y edición del video y llevó a la actriz invitada. Se grabó en la Ciudad de México, en áreas peligrosas como los límites de Ciudad Neza en EDOMEX y el municipio de Ixtapalapa, en la capital del país.

Había que filmar con un ojo en el equipo y en el guion, y otro pendiente de que no te fueran a asaltar por la inseguridad. Al final fue un crisol de cosas, la excelencia del sintetizador, la letra del poema, la canción, un poco de pop con tintes de balada, y dentro de una ciudad sin maquillaje, procurando que se viera al desnudo, con todo y las basuras de la calle, con momentos de lluvia que paraban el proceso. Salieron Bella Artes, el Eje Central y un parque urbano inseguro; las tomas tenían que reflejar la mala suerte y la indiferencia al amor, que grita el poema. 

¿Hay arte en la musicalización de poesía?

Desde luego, ahí tienen a Serrat o a Leonard Cohen. Creo que estamos dando el mensaje de que aún en esta realidad crítica se intenta hacer arte en México. Y podemos afirmar que con las pocas herramientas y presupuestos caseros hicimos un verdadero milagro. 

Otra cosa notoria es que en México sólo hay letras de amor y desamor, pero no para pensar. Estas letras de los poemas, puedes interpretarlas como tú quieras, te enseñan a pensar, a cuestionarte y a cuestionar todo. Si los chavitos las escucharan, como son canciones fáciles, podrían tocarlas en sus guitarras en las escuelas y barrios; quizá esto sea una utopía, pero se vale. Cuando los amigos las escucharon, algunos dijeron que no entendían la letra, y es cierto, el espectador es el que va a darle la interpretación que encuentre. Esto es el arte, porque cada quien podrá interpretarlo a su manera. Por eso les recomiendo este par de tracks y les prometo que seguiremos haciendo más canciones-poemas.

En estos momentos de aislamiento, de crisis existencial, de crisis económica, el streaming y los videos son la única forma de contacto entre artista y auditorio. Por eso les pido que le den like a los temas, y si pueden, compartan estos videos. El equipo se los agradecerá mucho. 

Publicidad