Xalapa siempre ha honrado a sus hombres y mujeres destacados. En esta ciudad nació Sebastián Lerdo de Tejada, abogado y brillante político liberal que llegó a ser presidente de la república entre 1872 y 1876. 

En recuerdo a héroes y personalidades que dieron brillo a la ciudad en ese siglo y a principios del siguiente, una de las calles del centro histórico recibió el nombre de Xalapeños Ilustres. Con similar propósito y en medio de una frondosa arboleda del norte de la ciudad a un costado de la avenida Xalapa, a principios de este siglo se construyó una Rotonda alusiva. 

Y no son las únicas iniciativas al respecto, en la cima del cerro Macuiltépetl se puede ascender a un mausoleo en forma de pirámide, construido para guardar y rendir homenaje a los restos de valientes veracruzanos -Úrsulo Galván, entre ellos- que alguna vez lucharon por causas revolucionarias, agraristas o ciudadanas.

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Evocando esa generosa tradición, el portal Palabras Claras considera que es justo reconocer a personajes que llegaron y se radicaron en Xalapa, del mismo modo que a personas nativas que hubiesen puesto en alto los valores humanos y ciudadanos, ya sea en ámbitos disímbolos, pero igualmente relevantes como son las actividades culturales, las sociales o las de carácter productivo. 

Si bien es cierto que existen o ha habido decenas o centenas de personas ejemplares en la capital del estado, en esta ocasión presentamos un modesto reconocimiento a la importante contribución que hicieron y hacen a la sociedad veracruzana diez personajes plenamente identificados entre las generaciones de estos tiempos.

          Juan Herrera Vázquez, “Juanote” 

Fue un popular personaje del centro histórico de Xalapa en el siglo XX. Era un modesto cargador de muebles a destajo que nació en 1919 en Tlapacoyan y falleció en 1989 en la capital del estado. Valiéndose de una estatura de 1.90 metros y un peso cercano a los 100 kilos, Juanote podía transportar hasta pianos; diariamente se le veía cargando sobre sus amplias espaldas escritorios, cajas fuertes, mobiliario de oficinas o línea blanca que llevaba hacia los domicilios o dependencias del gobierno. Era un hombre fortachón, honesto y jovial que a todo mundo caía bien. Se le podía localizar sentado en el quicio de una puerta cerca del expendio de la Lotería Nacional en la avenida Enríquez, sitio donde tras su muerte se colocó un altorrelieve con su rostro y una placa en su recuerdo. 

Su nombre era Juan Herrera Vázquez y tenía como hobby el de escuchar música clásica ya que era un hombre culto y autodidacta. Durante la temporada anual de la Orquesta Sinfónica de Xalapa era asiduo asistente a los conciertos en la sala grande del Teatro del Estado. 

Se sabe que sus obras preferidas eran el Primer Concierto para piano de Mozart y la Quinta Sinfonía de Shostakovich. Su sobrenombre ha sido utilizado en algunos establecimientos comerciales en la ciudad. Juanote, el entrañable cargador de muebles del siglo XX, es uno de los personajes icónicos de Xalapa, representativo del trabajador responsable y honrado.  

            Alicia Ávila de Fernández

Doña Alicia Antonieta Ávila Richardi de Fernández, fue una de las mujeres más destacadas de los últimos cien años de la ciudad de Xalapa. Durante toda su vida, la esposa del empresario Justo Fernández López ocupó un lugar decisivo y preponderante en las iniciativas encaminadas a la preservación, conservación y mantenimiento de edificaciones antiguas o contemporáneas que tuviesen valor histórico y arquitectónico en la región. Muestra de ello fueron la restauración y conservación de la capilla de Las Ánimas y la realización de un mural panorámico en la vialidad adyacente y el rescate y restauración del Paraninfo del Colegio Preparatorio de Xalapa y de la Iglesia de San Antonio Limón en la localidad de Totalco en Perote, fundada en el siglo XIX.

Como lo hizo en la asociación civil Consejo Regional Adopte una Obra de Arte, con similar entusiasmo y entrega, la señora Ávila de Fernández trabajó en varias fundaciones de apoyo como La Casa Hogar del Niño Xalapeño y se incorporó a no pocas acciones de altruismo, tutelando, manteniendo instalaciones educativas y otorgando útiles escolares para los hijos de trabajadores cafeticultores de la hacienda y del beneficio que posteriormente se convirtieron en el fraccionamiento Las Ánimas y en la plaza comercial del mismo nombre. Hija de Maximino Ávila Camacho, falleció en febrero de 2014, a la edad de 93 años.

          Antonio Chedraui Caram

Antonio Chedraui Caram fue quien inició la cadena de supermercados que lleva su apellido. Se casó con Estela Obeso y en 1970 creó en el centro histórico de Xalapa el primer Súper Chedraui del país. En los ochentas construyó la Plaza Crystal, también en la capital veracruzana, dentro de la cual instaló la primera tienda departamental Las Galas. Ese emporio comercial surgió a partir de la fundación del primer negocio familiar de sus padres. Sus hijos Antonio y Alfredo Chedraui Obeso, han conformado uno de los mayores grupos nacionales de supermercados dando empleo a 33 mil trabajadores en México y en Estados Unidos.

Don Antonio Chedraui Caram fue hijo de Lázaro Chedraui y Ana Caram, libaneses radicados en la capital de Veracruz desde principios del siglo XX, quienes tras denodados esfuerzos instalaron en 1920 un pequeño negocio de mercería en la avenida Enríquez, denominado El Puerto de Beyrouth, el que reubicaron años después en el ya tradicional domicilio de la calle de Lucio con el nombre de Casa Chedraui, “la única de confianza”. Nació en 1923 y falleció en el año de 1988 en Xalapa. 

           Sergio Pitol Deméneghi

Sergio Pitol fue un escritor, traductor y diplomático que nació en la ciudad de Puebla en el año de 1933 y falleció en 2018 a los 85 años de edad en Xalapa. Tras la muerte de sus padres y siendo apenas un niño se trasladó a la zona de Córdoba con sus tíos. Viajo por diversos países y a su retorno estableció su domicilio en Xalapa, donde murió debido a complicaciones de salud. 

Entre sus obras más notables se encuentran El arte de la fuga, Trilogía del carnaval y Nocturno de Bujara.Sus libros están traducidos al francés, alemán, italiano, ruso y chino, entre otras lenguas.

Obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia, el Premio Miguel de Cervantes en 2005, y con su nombre fue inaugurada la Biblioteca del Instituto Cervantes en Sofía. En 2016 se le entregó el Premio Internacional Alfonso Reyes.

Estudió Derecho y Letras en la UNAM y a partir de 1960 vivió en varios países europeos en misiones diplomáticas, siendo nombrado embajador en Checoslovaquia.

A su regreso a México, decidió radicarse en la ciudad de Xalapa, donde vivió por varios años antes de fallecer en su domicilio debido a una afasia. En algunas de sus obras plasmó su amor por esta ciudad y otras poblaciones veracruzanas donde residió durante su infancia y adolescencia. 

Sobre su legado escribió alguna vez: “Soltar amarras, enfrentarme sin temor al amplio mundo y quemar mis naves, fueron operaciones que en sucesivas ocasiones modificaron mi vida y, por ende, mi labor literaria. En esos años de errancia se conformó el cuerpo de mi obra”.

          Rafael Velasco Fernández

Médico psiquiatra, nació en Pánuco en 1927 y murió en Xalapa en 2016. Su vida profesional la dedicó al estudio de las enfermedades psiquiátricas de la infancia y la adolescencia. Cofundador y Catedrático de la Facultad de Psicología en Xalapa y Rector de la Universidad Veracruzana en el periodo 1971-1973, ocupó diversos cargos en la federación. Director General de Salud Mental de la SSA, Director de la Clínica de la Conducta y Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP. 

Ocupó diferentes puestos honorarios en instituciones internacionales de salud y de psiquiatría. Publicó diez obras médicas, entre ellas Elniño hiperquinético, Los síndromes de disfunción cerebral, Esa enfermedad llamada alcoholismo, y Salud Mental, Enfermedad mental y alcoholismo. 

Fue también Coordinador del Consejo Nacional contra las Adicciones. Recibió el doctorado honoris causa en la Universidad Veracruzana y en la Universidad de Quebec y además el Premio de Cooperación de la Organización Interuniversitaria Interamericana. Ocupó el cargo de Secretario de salud de Veracruz. El Instituto Veracruzano de Salud Mental lleva su nombre desde el año 2014.

La idea de Rafael Velasco de hacer una carrera de psicología en Xalapa significó un hito en la década de los sesentas, pues por primera vez en Latinoamérica empezó a adquirir un perfil profesional, y las condiciones para que ocurriera, eran favorables en Xalapa y difíciles en México.

En una entrevista señaló con preocupación: “uno de los objetivos de las tareas de prevención, tratamiento y rehabilitación del alcohólico, es el de lograr que la sociedad deje de verlo como un vicioso. Es un enfermo que amerita ser atendido con la misma eficacia que se da tratamiento a otras muchas enfermedades”.

          Sergio Obeso Rivera

Sergio Obeso Rivera nació el 31 de octubre de 1931 en Xalapa y vivió hasta los nueve años en Las Vigas, la tierra de sus padres. Se ordenó sacerdote católico a los 23 años. Su primera misa fue en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. 

Su ordenación episcopal ocurrió en 1971, cuando el Papa Pablo VI lo designa Obispo de Papantla. En enero de 1974 es nombrado Arzobispo de Uppenna con derecho a sucesión del arzobispo de Xalapa Emilio Abascal Salmerón. Después de fallecer éste, se mantuvo en el cargo pastoral durante el periodo 1979-2007, hasta que por su edad pasó a ser arzobispo emérito. El Papa Francisco lo proclamó cardenal el 28 de junio de 2018. 

Estudió Humanidades en el Seminario de Xalapa, donde años después fue Rector. En la Ciudad de Roma cursó Filosofía y Teología en la Universidad Gregoriana. Terminó la licenciatura y obtuvo el doctorado en Teología. Ha sido además Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, Presidente de la Comisión Episcopal del Clero y Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

Del ahora Cardenal se han referido muchas cualidades, entre ellas la de haber tenido buenas relaciones diplomáticas con personalidades del poder político en México (Miguel de la Madrid y Carlos Salinas), que permitieron restablecer las relaciones entre el Estado y la Iglesia, interrumpidas desde la época del presidente Benito Juárez.

El día que se convirtió en Cardenal, Sergio Obeso expresó lo siguiente: “El Papa Francisco quiere decirme que continúe sirviendo a la Iglesia a través de sus dones, sin importar cuan grandes o pequeños sean el ejemplo que él nos brinda va más allá de su magisterio intelectual. El nombramiento es un incentivo para mantener los brazos abiertos, sin distinción; no lo esperaba, ya tengo 86 años y estoy físicamente limitado”.

          Jorge Lobillo

Poeta y traductor xalapeño nacido en 1943 en el rancho El Tesoro. Entre sus poemarios están Yo soy la Tierra, incluido en el volumen colectivo Azoro de voces, publicado en 1986. 

En 1992 publicó Las migajas y los pájaros y en 1998 Informe de la casa, la antología de su obra de varios años, donde, en palabras de Ángel José Fernández, el poeta recuerda aquello que por momentos o por días o por estaciones, suele regresar hasta la soledad de su excedida sensibilidad que siempre ha caracterizado a su poesía. 

Actualmente cuida la edición de su poemario El delirio fugaz, que tiene en prensa. Junto a Philippe Cheron, tradujó la obra de Hawad en el libro Caravana de la sed y otros poemas, publicado en 2018 por la Universidad Veracruzana. La poesía de Jorge Lobillo se ha traducido al francés y al portugués, entre otros idiomas.

Sobre su obra, afirma el poeta Ledo Ivo: “Poeta del espanto y de la inocencia. Jorge Lobillo interroga la verdad y la mentira del mundo. En el ejercicio de esa interrogación, él se detiene en los instantes privilegiados en que la realidad se revela en apariciones y en iluminaciones”

Lucien Georges Coachy descubre al autor: “La poesía de Jorge Lobillo roza la aristocracia del hermetismo, sin ser totalmente artificial; coquetea con el linaje del elitismo, sin ser absolutamente conceptual. Es, en fin, una poesía del corazón, escrita bajo el dictado de la razón”.

En su poema Y sin estas palabras, Lobillo explora el sufrimiento: “Esta tarde,/ ya tarde tu tacto son los senderos del acierto./ El mío una constelación futura en medio de mi sangre acorralada”.           

          Francisco Beverido Duhalt

En el campo de las artes veracruzanas todo mundo identifica a Paco Beverido, dramaturgo, actor, director y productor de teatro, además de docente e investigador de la Universidad Veracruzana. Nació en Córdoba en 1949, estudió en la Escuela de Letras y ha ocupado el cargo de Director de la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana (ORTEUV). Estudió además Sociología en Copenhague. En 2000 ingresó al Sistema Nacional de Creadores Artísticos.

Ha sido profesor itinerante del INBA, director del Instituto de teatro de la UV, colaborador de la revista La palabra y el hombre y fundador del recinto teatral La Caja. Ha dirigido obras como Lanoche de los asesinos, Acto cultural, Clotilde en su casa, Las trapacerías de Scapin, Luna desnuda y La mujer de su casa. 

Fue fundador y coordinador de los Talleres Libres de Actuación de la UV. En diciembre de 2017 su Alma Mater le entregó el doctorado honoris causa. 

Entre las obras dramáticas que ha escrito se encuentran Abdicación, Brasas y Santuario, así como el ensayoEsquema de un taller de actuación

Francisco Alberto Beverido Duhalt es un personaje central en el ámbito teatral del estado, ya que ha participado en la creación, divulgación y promoción de esta rama del arte escénico. Su primer encuentro con el quehacer teatral fue en 1963 cuando estudiaba en la secundaria Antonio María de Rivera. En esa época interpretó en el Teatro del Estado por primera vez, haciendo dos papeles en El periquillo Sarniento

En 1966 debutó como actor en la obra Mariana Pineda de García Lorca, haciendo el papel de Fernando, bajo la dirección de Manuel Montoro. Participó en la creación de Tramoya, Cuaderno de Teatro, y en 1995 creó el centro de documentación teatral Candileja, el cual atiende a todo tipo de público, a los teatrófilos y a los neófitos. 

Beverido asegura que “el teatro ofrece una interpretación distinta del mundo, y aunque uno puede acercarse a estas visiones a través de la lectura, la ventaja del primero es que la acción se ve en vivo”.

          Ana Chedraui de Velasco 

Ana María Chedraui Obeso de Velasco, es empresaria y psicóloga de profesión. A petición expresa del presbítero Juan Manuel Martín del Campo y desde 1996, es presidenta de AHTECA (Ayúdame hermano, tengo cáncer), una asociación civil no lucrativa, que brinda atención y apoyo a enfermos de cáncer y cuenta con un albergue que lleva el nombre del padre Martín del Campo.

Allí se proporciona hospedaje, alimentación, transporte, medicamentos, estudios complementarios, quimioterapia y radioterapia, así como apoyo psicológico y terapias ocupacionales.

El albergue tiene capacidad de 60 camas, aunque han llegado a recibir hasta 110 personas diarias. Se encuentra a un costado del Centro Estatal de Cancerología (CECAN) y tiene erogaciones mensuales cercanas al millón de pesos. 

El patronato se ha ocupado de conseguir el espacio y la gestión de donaciones y organización de eventos para recaudar fondos, entre ellos La Carrera de Xalapa (una concurrida competencia atlética de 5 y 10 kilómetros), conferencias, espectáculos musicales, desayunos, boteos y bingos, etcétera. Entre los aportantes permanentes están el Gobierno del Estado, ADO, Grupo Chedraui y otras importantes empresas veracruzanas.  

Ana Chedraui ha dicho que “para cambiar el mundo, necesitamos cambiar del individualismo a la solidaridad. En lugar de quejarnos, tratemos de cambiar nosotros, busquemos conseguir un mundo mejor, empezando por nosotros, nuestras familias y nuestros hijos”.  

          Guillermo Rodríguez Curiel

Nació en la Ciudad de México en 1948, pero vive en Xalapa, donde por muchos años fue docente en la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana. Ha sido invitado por la ONU y la organización Hábitat 3 para dar conferencias sobre la lucha por los derechos y acciones de la vivienda y el territorio en diversas ciudades del mundo.

Es cofundador de la Unión de Inquilinos y Solicitantes de Vivienda del estado de Veracruz. Con su esposa Cristina Almazán y otros activistas sociales integra desde hace 20 años la asociación civil Pobladores, la cual realiza construcción autogestiva de vivienda popular utilizando esquemas como tanda préstamo y ahorro familiar.

A la fecha han realizado seis mil quinientas casas habitación y acciones de vivienda para familias de escasos recursos en diversos municipios veracruzanos y en los estados de Puebla, Oaxaca y Tabasco.

Durante la última década ha sido uno de los más esforzados activistas del país en la lucha por los derechos humanos de los pueblos originarios, la conservación del territorio, el medio ambiente y la protección de los recursos naturales. Guillermo Rodríguez es también coordinador de LAVIDA (La asamblea veracruzana de Iniciativas y defensa ambiental) instancia ciudadana que promueve acciones pacíficas en contra de la minería tóxica, las hidroeléctricas, las represas en los ríos y el fracking petrolero en municipios como Jalcomulco, Teocelo, La Antigua, Martínez de la Torre, Tlapacoyan, Yecuatla, San Rafael, Alto Lucero y Actopan.

En su lucha por los recursos naturales, el activista ha apuntado: “Somos naturaleza, venimos de ella y debemos cuidarla. No fuimos hechos en fábrica o a mano”.

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