La influencia artística y arqueológica de Maximiliano de Habsburgo y Carlota, pese al corto tiempo del llamado Segundo Imperio en México (1863-1867), forjó identidad nacional y es de amplia relevancia hasta el presente, dijo el arqueólogo Bertrand Lobjois.
El catedrático de la Universidad de Monterrey dictó la conferencia “La Arqueología en el Segundo Imperio”, en el Museo de Historia Mexicana regiomontano, donde resaltó el afán del emperador de origen austriaco de preservar el patrimonio cultural y arqueológico de México.
“El Segundo Imperio es un episodio muy mal conocido de nuestra historia nacional y, en parte de la historia cultural, definitivamente, Maximiliano, con su estilo liberal, con una nueva visión de país, se sentía y vivía como un mexicano, desde el momento en que perdió su nacionalidad austriaca”, señaló en entrevista con Notimex.
El legado imperialista “va a anunciar la arqueología de Estado durante el Porfiriato, es como se fue retomando después durante la Revolución Mexicana, forjar una identidad nacional, utilizando la arqueología y los objetos arqueológicos, para sentar ciertamente el poder que iban haciendo aquí”, consideró.
La influencia del segundo emperador de México y su esposa “fue muy notable, por lo mismo que tuvieron ideas muy liberales, enseñadas en Europa, en particular en el caso de Maximiliano, hay un afán para desarrollar, desde muy temprano en el Imperio, una política cultural de verdad”, expresó.
“Repone básicamente programas de excavaciones, hace el traslado del museo que estaba en la antigua Universidad, se va a calle de Moneda en la Ciudad de México, este museo va a durar hasta el fin del Porfiriato, casi hasta 1910, es el Museo Nacional de Antropología e Historia Natural, es como lo nombran primero”, refirió.
Posteriormente, agregó, Porfirio Díaz “va a separar a los dos museos en 1906, se va a quedar el museo, hasta que se construya el nuevo Museo Nacional de Antropología en los años 50 y 60 de la Ciudad de México, ahí en Chapultepec”.
“Eso es creación de Maximiliano, por más que hubiera momentos de medio abandono, por no tener dinero, por no tener la voluntad política, de parte de Benito Juárez o al principio del régimen de Porfirio Díaz, es una creación meramente del Imperio, eso”, aseguró el investigador.
“Otra vertiente, justamente, de esta política dirigida a las Ciencias y a las Artes es la creación de la Academia Imperial de Ciencias y Artes, justamente, y a raíz de eso, esta Academia, va a tener ahí vaivenes, problemas financieros, por lo mismo que el Imperio estaba terminando en bancarrota”, manifestó el historiador.
“Después fue retomada la idea por Don Benito Juárez en 1871 y hasta 1875, pero son planes, son ideas, meramente liberales que existían, también lo que propuso, para alimentar las colecciones del nuevo museo, excavar en varias partes, en Teotihuacán, en Xochicalco, en Yucatán”, refirió Lobjois.
Detalló que Maximiliano de Habsburgo y Carlota, como pareja imperial, “tenían también la planeación de un proyecto de museo en Mérida, donde habría antigüedades mayas, no vio, no existió, hasta un poquito más tarde, pero fue retomado por gobiernos posteriores y ahora es el Palacio Cantón en Mérida, edificado en la época porfirista”.
“Realmente tenía un programa muy amplio, muy ambicioso, también de quedarse con los sujetos o artefactos arqueológicos que se podían haber descubierto hasta el momento, los que vienen alimentándose, prohibiendo la salida de otras piezas que pudieran haber sido excavadas o saqueadas de otros sitios”, expuso.
eLLO, Para que dichas piezas no fueran llevadas a museos o sitios particulares de Europa, principalmente, aunque al final “hubo muchas piezas que salieron de forma ilegal por parte de coleccionistas y estudiosos franceses que se llevaron las piezas”.
Hoy en día, señaló el arqueólogo, “están medio repartidas en museos de Francia, también en Inglaterra, otras están en Estados Unidos, se fueron haciendo las ventas de las piezas”.
“Todo este programa de arqueología, a la par, este proyecto de Maximiliano y Carlota, hay que entenderlo en un marco de bilateralidad francesa, tenemos la creación de dos comisiones científicas, una por parte de Napoléon III”, dijo.
Mediante las llamadas Comission Scientifique du Mexique y la Comission Scientifique, Littéraire et Artistique du Mexique, se tuvieron objetivos culturales y económicos, vía un mapeo de recursos de México para ser explotados por una potencia colonialista liderada por Napoleón III, expuso.