Darwin Mozo es un realizador audiovisual que ha tenido una carrera meteórica en la última década, gracias a su alta sensibilidad para captar la belleza natural del instante, además de poseer el don de transmitir fielmente la riqueza de paisajes y de culturas en todas sus manifestaciones, con ayuda de la cámara fotográfica y la tecnología moderna. Actualmente desarrolla su actividad profesional en locaciones urbanas y rurales de México y Estados Unidos.

Presentamos a ustedes la entrevista que el joven artista mexicano ha concedido a Palabras Claras

¿Cómo se forma Darwin Mozo y cuáles son sus motivaciones como realizador audiovisual?

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El cine y la música me han fascinado desde niño; crecí entendiendo el mundo a través de la música y las películas. Inicialmente estudié piano y guitarra, pretendiendo desarrollarme como productor musical. En el transcurso de esa etapa me invitan a involucrarme en proyectos audiovisuales y es ahí donde me doy cuenta de que lo que en verdad me apasiona es la cámara y todo lo relacionado a la imagen. Me doy cuenta de lo complejo y de lo que conlleva generar contenido audiovisual, y esto me motivó a aprender más sobre el tema e irme metiendo en serio en esta profesión. 

Comencé realizando audiovisuales sencillos de bodas y fiestas, así como videoclips musicales y entrevistas. Al principio, y sin material para mostrar, les pedía a conocidos que me dejaran grabarles sus videos o sus eventos, aunque no me pagaran; así, poco a poco me iba haciendo de material para poder mostrar, incluso, muchas veces me tocaba invertir dinero para poder grabar algo que iba ser gratis, pero siempre teniendo fe en que lo que hacía me permitiría seguir avanzando.

¿Has realizado algunos videos muy reconocidos sobre esta entidad federativa y pareciera que tienes una vinculación especial con Veracruz. Qué nos puedes decir al respecto.

Ya había conocido algunos lugares de Veracruz, pero sólo de pasada, en una ocasión, un amigo me invita a trabajar en Xalapa, y lo que era un proyecto de algunos meses, se convirtió en una estadía de varios años. Me tocó viajar por casi todo el territorio y darme cuenta de la riqueza natural que posee; en pequeñas distancias podías encontrar lugares completamente distintos, selva, bosque, dunas, desierto y nieve. Comencé a hacer videos cortos sobre estos lugares y subirlos a redes sociales, con muy buena respuesta por parte de la gente. Me han preguntado cuántos municipios he conocido y creo que ya perdí la cuenta, pero espero poder llegar a conocerlos todos. Y sí, es cierto, tengo una entrañable vinculación familiar con Veracruz.

Uno de tus videos dedicados a la ciudad de Xalapa cuenta con un millón 300 mil reproducciones. Cuéntanos del proceso creativo, lo qué quisiste comunicar, y lo que has conseguido con ese trabajo.

Ese video ha sido muy importante para mí, lo realicé con mi amigo Cristian Aguilar, juntos decidimos retratar parte del día a día de una ciudad tan colorida como lo es Xalapa; un dato curioso es que nos tardamos varios meses en terminarlo y las personas que aparecen en él, decidieron compartir su arte confiando en nosotros y en el proyecto.

El video tuvo muy buena respuesta por parte de la gente, se compartió en varios países, y gracias a este trabajo pude conocer a Humberto Flores, productor establecido en Nueva York, quien me contactó y me invitó a participar en algunos proyectos por allá. Se podría decir que este video me abrió las puertas para trabajar fuera de México.

¿Cuál es el día a día de Darwin Mozo? ¿En qué se inspira?

Como joven uno busca comerse el mundo, agarrar proyectos, trabajar sin parar. Después de una buena crisis de ansiedad y estrés por avanzar, hoy trato de llevarla tranquilo, disfrutar lo que hago, trato de conocer lugares, personas e historias y poder sumarme a trabajos que me inspiren. 

Siempre he creído que el éxito profesional es sólo una consecuencia del éxito personal. Cuando uno ama lo que hace, lo haces más allá del reconocimiento, lo haces porque te hace sentir vivo. Me pasa que cada vez que tomo una cámara, experimento una emoción muy grande. Cuando voy a algún llamado, me siento como cuando nos llevaban de excursión en la escuela. Para mí es una fortuna poder vivir de lo que uno ama hacer. 

Te has convertido en un promotor turístico y cultural con tus videos de sitios o ciudades. ¿Cómo surge esa faceta?

He tenido la fortuna de que los proyectos en los que trabajo siempre se realizan en lugares interesantes. Así que aprovecho y procuro hacer videos de los sitios en los que me encuentro, conocer un poco del lugar, de su gente, y poder plasmar en un video lo que ese espacio me hace sentir. Nunca fue parte del plan, convertirme en un promotor turístico, pero poco a poco la gente me ha ido reconociendo por ello. Hace poco tuve la fortuna de trabajar con Willy Souza, quien es reconocido mundialmente por su trabajo audiovisual en el sector turístico y a quien siempre he admirado. Ese tipo de satisfacciones son las que motivan para seguir trabajando.

Tu video de Roca Partida prácticamente impulsó al consejo editorial a entrevistarte. ¿Cómo llegas a esa producción?

Siempre que salgo a trabajar o a pasear, llevo conmigo un dron, normalmente me toca visitar lugares muy bonitos y aprovecho para hacer las tomas. Me encontraba de vacaciones por la zona de los Tuxtlas y un amigo me comentó sobre Roca Partida, me enseñó algunas fotos y se ofreció a acompañarme. Llegando al lugar, quedé maravillado, y pienso que las fotos o videos que uno encuentra en internet no le hacen justicia a tan bello lugar. Decidí levantar el dron y grabar un poco, curiosamente en ese lugar no hay señal de teléfono y menos red de datos móviles, había muy pocas personas y se sentía una calma inexplicable, solo y a lo lejos se escuchaba el golpear del mar con las piedras. Traté de hacer un video que reflejara un poco lo que sentí al encontrarme en ese mágico lugar.

Una anécdota que me llena mucho de satisfacción, fue que un lanchero de la zona me escribió por Facebook para agradecerme por esa filmación, ya que ha llegado gente que vio el video y se lo han mostrado, y esto les ha generado un poco más de trabajo. Me pidió que lo visitara para invitarme a comer. Espero regresar pronto.

Como todos los comunicadores, tú sabes que la audiencia es soberana y que, fuera de todo acto de mercadotecnia, es la que finalmente decide qué ver o qué oír. Algunas veces al profesional le ofrecen trabajos insulsos o que no aportan nada. ¿Cómo tratas esos casos en tu productora?

La digitalización de las cosas demanda la generación de contenidos de todo tipo. Hoy en día estamos bombardeados de información, pero es complicado encontrar contenido que conecte realmente con las personas.  Hace años, tener un video de algún producto o servicio era un lujo, hoy se ha vuelto una necesidad. Esto permite que haya más trabajo y que lleguen proyectos de todo tipo. Al principio y como cualquier negocio, el interés era económico, pero poco a poco hemos tenido la oportunidad de elegir proyectos con impacto en diferentes áreas, social, cultural, etc. Esos son los proyectos que más llaman mi atención, porque te permiten aportar algo a la sociedad y seguir aprendiendo.

¿Qué experiencia nos compartes de tus trabajos en Nueva York? ¿Para ti, es importante la intuición y que se alcancen niveles de arte en tus realizaciones?

Nueva York fue el primer lugar donde pude colaborar fuera de mi país. Es una ciudad donde el arte tiene un peso importante, ahí he tenido la oportunidad de participar en interesantes proyectos de música y de moda y me parece increíble el nivel de compromiso que el arte genera. Así entendí porqué le llaman “La ciudad que nunca duerme”. Al incursionar en el mundo de la moda encontré una gran riqueza creativa en sus distintas áreas y me ayudó a descubrir que suelo vestirme muy feo.

Todos estos proyectos se han dado gracias a no pensar tanto las cosas, dejarme llevar por la intuición. Creo que hay un momento donde tenemos que taparnos los oídos y escuchar únicamente esa voz que nos habla por dentro. En nuestro interior ya se encuentran las respuestas a todo, solo que el ruido exterior no nos permite escucharlas. 

Recuerdo que cuando me hicieron la invitación para ir a Nueva York yo no tenía ni pasaporte ni visa y todos me decían que era complicado que me la dieran. He ahí la importancia de hacer caso a la voz interior y hacer lo que uno siente correcto.

Te defines como apasionado del cine y la música. ¿Qué nos puedes contar de esas áreas en tu vida?

Debo confesar que soy un músico frustrado. Aunque todos los días me pongo al piano o a la guitarra, esto se ha vuelto más una terapia, sin embargo, la música me ha permitido entender más sobre temas de desarrollo creativo, estructura, lenguaje y procesos que fortalecen lo que hago.

El cine me parece el área donde convergen un sin fin de artes, la actuación, la luz, el sonido, la música, la fotografía. Una tripulación liderada por un director, pero donde cada área funciona como engrane para permitir que esa maquinaria llamada cine, trabaje. La música me ha abierto las puertas a ese mundo mágico llamado cine.

Tus trabajos reflejan que tienes una sensibilidad, un don para contar historias, para crear momentos, para apresar la esencia de las realidades o imágenes, y que nosotros podamos verlas como espectadores en tiempo real. Compártenos un poco de ello y de cómo lo consigues.

Pienso que es importante aprender a sentir, enseñarse a sentir, darle el tiempo a los procesos y permitirse explorar diversas posibilidades.  Mi proceso base en cualquier proyecto es entender la idea, saber qué elementos juegan y buscar la manera adecuada de unirlos, pero nada de esto funciona si el resultado no genera una emoción. 

La parte más complicada dentro de mi proceso, es la musicalización y ambientación de un video, uno tiene clara la secuencia de imágenes, pero esta secuencia toma un sentido diferente dependiendo del tipo de música que la acompañe, ya que la función de la música es fundamental en la generación de emociones. 

¿Qué es más importante y difícil: idear, producir o difundir? ¿Cuáles son tus temáticas preferidas?

En producción, pienso que lo más complejo es poder materializar una idea, al ser un proceso que pasa por varias etapas, la idea puede perder su esencia en el camino. El concepto o idea es la columna vertebral de cada proyecto. Por eso la importancia de una buena pre-producción; planear bien te ahorra muchos dolores de cabeza y dinero. Es cierto que durante la realización te vas a encontrar con situaciones a resolver, pero mientras haya una ruta inicial, habrá un camino al cual apegarse. 

Llegué a escuchar que ´al contenido de calidad le nacen pies´, y es muy cierto, ya que cuando algo está bien hecho, tiene la capacidad de moverse de manera autónoma. Es por eso que priorizo la concepción y realización, por encima de la difusión. 

He tenido la oportunidad de hacer visuales de diversas temáticas, las que más disfruto son los videoclips, fashion films, comerciales y cortometrajes. El documental llama mucho mi atención, espero pronto poder participar en alguno.

De acuerdo con tus recorridos por esta entidad, ¿qué temas o qué propuestas tendrías para el estado de Veracruz y para su gente? 

Veracruz es un estado con una impresionante diversidad cultural, económica, y sobre todo, geográfica y ambiental; posee paisajes impresionantes, lamentablemente como signo de los tiempos, los seres humanos, no estamos valorando lo que aún tenemos, y hay riesgo de que tanta belleza y potencial económico sustentable, se deteriore, si no se ponen a tiempo acciones particulares y gubernamentales que pongan a salvo ese increíble patrimonio. A nosotros como intérpretes de esa belleza, sólo nos queda registrar y dejar testimonio de esos tesoros  de un estado donde confluyen todo tipo de suelos y paisajes, desde el desértico, la selva, las montañas y el mar, sin contar lagunas, ríos, cascadas y toda esa diversidad natural. A nivel nacional, mi trabajo como realizador audiovisual intenta mostrar la invaluable reserva de belleza natural y cultural que tiene México.

En Veracruz yo observo dos sitios con gran belleza y vulnerabilidad: el primero, rodeando a Xalapa y al pueblo mágico de Coatepec, el bosque de niebla o bosque mesófilo de montaña, generador de agua, pero que está corriendo grave peligro por el impacto urbano de la capital del estado. El segundo sitio, igual de importante, que considero es la zona turística principal de Veracruz a futuro: las costas de Los Tuxtlas, justamente donde está Roca Partida, en plena Reserva de la Biosfera del Volcán de San Martín. Esos hermosos lugares y todos los demás de nuestra nación, debiéramos  cuidarlos como una prioridad de la sociedad en su conjunto.

¿En qué estás trabajando ahora y qué esperamos de Darwin Mozo en un futuro?

Actualmente me encuentro trabajando en proyectos de formatos diversos, sobre todo corporativos y comerciales.  Y acabo de terminar el guión de mi primer mediometraje llamado “La Espera”, el cual trataré de realizar el siguiente año. También retomé los estudios de piano. Mi meta más ambiciosa es poder escribir, dirigir y musicalizar un largometraje, así que sigo preparándome para hacerlo. Me encuentro feliz de hacer esto y quisiera poder seguir robándole instantes al tiempo.

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