Con dos exposiciones, una que apuesta por el poder femenino en una actitud activa, que toma como inspiración la figura mitológica de las gorgonas, y otra que constituye una exploración sobre el tiempo, su desplazamiento e hiperrealidad, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) inauguró este jueves sus primeras exposiciones de 2024.

Las muestras se llaman ‘Gorgona’, de la autora Aurora Pellizzi, y ‘It Stares at You From Billions of Years Ago’ (Mirándote desde hace miles de millones de años), de Leo Marz. La primera se presenta en el Espacio Uno y la segunda en el Patio de las Esculturas del mencionado recinto cultural, ubicado en el estado de Nuevo León, norte de México.

En el recorrido para medios estuvieron presentes los artistas, así como la directora del Museo, Taiyana Pimentel.

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Pellizzi recordó que la gorgona más conocida es La Medusa, que tiene el cabello de serpientes. Sin embargo, a lo largo de la historia este personaje ha estado presente en diferentes culturas.

“Para mí el retomar esta figura, me interesa desde un punto de vista, aquí en México, por una relación también con estas figuras prehispánicas como la Coatlicue, de la cultura azteca, o Ixchel de la cultura maya que relacionan un poder creativo femenino con peligro, monstruosidad, de destrucción también cómo esta tensión entre estas dos partes creativas y cierto peligro”, explicó.

Mencionó que su obra también contempla las reacciones ante la representación del poder femenino en una actitud activa y no como objeto pasivo de la historia del arte como es el caso de musas o los “cuerpos desteñidos”.

La obra de Pellizzi evoca las técnicas artesanales del tejido del ayate y el bordado. Su práctica se basa en procesos que incluyen el teñido natural y el tejido en telar de cintura.

Por su parte, Leo Marz explicó que su obra muestra cómo la tecnología ha impactado la manera en cómo los humanos percibimos la realidad, nos relacionamos, nos entendemos y amamos.

“En este proyecto en específico realicé dos piezas, un par de ojos, esta mirada que flota, es una mirada que es una ‘selfie’ (autofoto), escala ciudad, que ve hacia fuera del Museo y en el lado izquierdo vemos un mural de 26 metros ancho por 6 metros de alto que atraviesa el plano arquitectónico, que está realizado con mis huellas dactilares, durante estas tres semanas que estuve trabajando”, explicó.

Añadió que el mural es una representación del “ruido blanco” de las televisiones análogas y la fotografía está realizada en luz neón y representa los ojos de Kim Kardashian.

“La relación que tienen ambas piezas, tienen que ver con el tiempo y tienen que ver con el espacio”, expuso.

La autofoto, aclaró, representa a Kardashian porque “es un personaje, icono de nuestros tiempos”.

“Su personaje pertenece claramente a los tiempos en los que vivimos. Entonces es como si el presente estuviera volteando a ver al origen de los tiempos, pero ese origen de los tiempos, es un tiempo que todavía cubre nuestros tiempos y habla de esta relación entre las dos piezas de cómo experimentamos hoy en día, gracias a la tecnología, las redes sociales, todo el flujo de información, la inteligencia artificial, varios tiempos al mismo tiempo”, relató.

La obra de Pellizzi estará en exhibición hasta el próximo 12 de mayo y la de Marz ocupará el Patio de las Esculturas hasta el 21 de abril.

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