La caricatura, una de las expresiones artísticas que más le gustaban al cronista y ensayista mexicano Carlos Monsiváis (1938-2010), es el eje temático de la exposición No te pareces tanto a mí. Retratos caricaturescos, con la que el Museo del Estanquillo abrirá el próximo miércoles, 2 de septiembre, tras más de cinco meses de permanecer cerrado por la emergencia sanitaria del covid-19.
Esta muestra es una de las tres con las que se conmemora el décimo aniversario luctuoso del autor de Amor perdido, por lo que permanecerá abierta hasta el 31 de enero de 2021. Las otras dos son El ingenio foto fílmico de Gilberto Martínez Solares: 70 años de creación y La música de Carlos Monsiváis.
Te puede interesar: Rosa Montero: “La pandemia es una cura de humildad para la humanidad”
Henoc de Santiago, director del recinto fundado por Monsiváis en 2006 y que resguarda su colección multidisciplinaria de más de 30 mil piezas, explica que No te pareces tanto a mí…, curada por el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón, reúne 250 dibujos y caricaturas de personajes reconocidos de la política, la cultura y el espectáculo del siglo XIX, “hechos por las mejores plumas gráficas de su tiempo, como Covarrubias, El Chango Cabral y Naranjo”.
Para El Fisgón, este género tiene que ver con la exageración y la deformación de los rasgos físicos para conseguir un resultado humorístico y en ocasiones satírico, enfrentándose al gran reto: que el público reconozca al personaje en cuestión. El buen caricaturista, considera, extrae los rasgos esenciales del retratado, exalta su personalidad, capta aquello que lo hace único, apunta el museo en un comunicado.
La muestra incluye obra de Constantino Escalante, Santiago Hernández, José María Villasana, Jesús T. Alamilla, José Clemente Orozco, Leopoldo Méndez, Miguel Covarrubias, Ernesto García Cabral, Rafael Freyre, Vicente Rojo, Carlos Mérida, Xavier Villaurrutia, Héctor Ramírez, Eduardo Robles, entre otros, que caracterizan a escritores, pintores, músicos, cantantes, actores y personajes de la cultura que representen “una pequeña y desenfadada parte de nuestra identidad”.
