Autor: JUAN CARLOS TALAVERA

A días de que se concrete la extinción de los fideicomisos de cultura y a casi seis meses de que las autoridades federales acataran la extinción del mandato que sustentaba al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), la Secretaría de Cultura federal, dirigida por Alejandra Frausto, no ha anunciado la estructura del programa que lo sustituirá ni la ubicación en su organigrama.

La SC tampoco ha anunciado cuáles serán las nuevas reglas de operación para la entrega de apoyos a la creación y producción artística de México ni a cuánto ascenderá su presupuesto para 2021.

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Así lo advirtió a Excélsior Patricia Chavero Gómez, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru) y autora de varios análisis sobre este fondo que operó durante casi 31 años.

Lo que observo es que va a ser muy difícil que la institución, tal como está, pueda absorber lo que venía realizando el Fonca”, expresó la investigadora.

Y aun cuando ya se presentó el proyecto del Presupuesto de Egresos 2021, no se identifica dónde están los recursos para el Fonca”, aseveró.

Incluso, si consultamos con Carlos Villaseñor, experto en presupuesto cultural, nos dirá que no está ubicado el presupuesto en la actual SC federal, en un momento en que enfrentan restricciones presupuestales.

Chavero indicó que los apoyos enfrentan un momento de vacío con miras al futuro, en el que no existe la construcción de una narrativa frente a una SC que carece de estructuras.

Durante la entrevista, Chavero también cuestionó por qué hasta el momento la SC no ha emitido las convocatorias para coinversiones y argumentó que la concentración paulatina de recursos en torno al Fonca tiene una razón clara: “porque el INBA se replegó en materia de producción artística”.

GARANTIZAR FONDOS

Antonio Ortuño (Guadalajara, 1976) es uno de los escritores que ha recibido algunos apoyos del viejo Fonca, con los cuales ha producido una obra literaria sólida y multipremiada.

Hablaría de dos fases: cuando no recibí la beca de Jóvenes Creadores, aunque sí me postulé y nunca me eligieron. Pero después, al obtener dos veces el Sistema Nacional de Creadores (SNC)”, comentó a Excélsior.

Esto significa que tuve que construir una obra durante muchos, al margen de los apoyos. Pero cuando entré al SNC sí fue un apoyo determinante para mí, y me permitió dedicarle más tiempo a la creación literaria”.

¿Qué escribió durante ese tiempo?, se le preguntó a Ortuño. “En mis periodos del Fonca escribí La vaga ambición, que obtuvo los premios Ribera del Duero y el Bellas Artes de Cuento Hispanoamericano Nellie Campobello.

Además de mi novela Méjico, el libro de relatos Olinka, las novelas juveniles El rastro y El ojo de vidrio, publicadas por el Fondo de Cultura Económica; un libro de cuentos que, por cuestiones de calendario, es inédito y se publicará en 2022, y otra novela en ciernes”.

¿Qué observa hacia el futuro del apoyo a creadores? “Creo que el buen funcionamiento de los apoyos depende de que los recursos sigan ahí, es decir, de que se dé continuidad a una iniciativa que, en términos generales, lleva muchos años funcionando bien y que ha sido fundamental para muchos creadores en México, en muchos tipos de expresiones artísticas”.

Y agregó: “La continuidad, en ese sentido, es importante. Es cierto que administrativamente el Fonca era caótico, pero no es una especie de chipote, porque preexiste a la SC federal, es decir. la SC se armó en torno al Fonca. Quizá es sólo una esperanza, pero me gustaría pensar que se mantendrán (los apoyos) como se ha prometido, con unas reglas de operación idénticas o parecidas a las que lo rigen”.

Ortuño precisó que es importante mantener los juicios entre pares y que la participación de los funcionarios sea sólo administrativa para que las decisiones no terminen en el escritorio de algún funcionario”.

Y agregó: “El Fonca es un sistema que se fue perfeccionando durante muchos años, con ensayo y error. Sinceramente creo que funciona y ojalá que sólo sea un cambio administrativo. Eso quisiera pensar”.

SUEÑO DEL CREADOR

Por su parte, el pianista Alexis Aranda (Ciudad de México, 1974) recordó que fue becario de Jóvenes Creadores en dos ocasiones, la primera en 1999.

Gracias a esa beca pude escribir mi primera obra de orquesta que fue Tánatos, la cual se estrenó el año 2000 en el Palacio de Bellas Artes”, dijo en entrevista.

Después volvió a recibir la misma beca en 2005, “con la cual hice otra obra orquestal que se llama Concerto Da Vinci, basada en un fragmento musical que escribió el propio Leonardo Da Vinci y, posteriormente, una vez me dieron la beca del SNC, en 2009, y ahí sí fueron tres años de beca que me permitieron componer mi segundo concierto para piano y orquesta, estrenado por Jorge Federico Osorio.

También tuve la beca de Proyectos Especiales, gracias a la cual pude producir el disco de tres conciertos que realizó Urtext y que se lanzó en 2019”, abundó.

¿Qué tan importantes fueron esos apoyos? “Definitivamente muy importante para mí. Yo creo que el sueño de todo creador es poder vivir de lo que hace, de lo que ama, en este caso de componer. En mi caso, desde 2002 tomé esa decisión y soy un compositor independiente”.

Además, destacó que este tipo de apoyos son una distinción curricular y, en el caso de Jóvenes Creadores, resaltó los encuentros entre creadores de todas las distintas disciplinas.

¿Era un Fonca perfectible? “Esos problemas (de inequidad) son perfectibles, pero algo que no se le puede criticar al Fonca es que fue una institución que siempre iba evolucionando, mejorando en la transparencia. Y si algo no funciona del Fonca o de otra institución, lo correcto es solucionarlo, en vez de deshacerlo o desaparecerlo. El Fonca es perfectible porque fue un logro de México hacia la cultura y ha sido visto como ejemplo mundial”, concluyó.

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