Como parte del ciclo “México y los grandes iconos del rock mundial”, la Fonoteca Nacional en conjunto con el Centro Cultural España presentó un diálogo sobre el cantante Elvis Presley y este país.

En el encuentro, que con anterioridad ya ha analizado la música de bandas como Pink Floyd y Queen, participaron el periodista Antonio Carrizosa, los comunicadores Georgina Trejo y Raúl de la Rosa; el baterista de la banda Los Rebeldes Locos, Alex “Rebelde”, y el vocalista de Rebel Cats, Vince Monster, moderados por Ricardo Bravo.

Además se contó con las actuaciones en vivo de Cuervos Rockabilly Trío, Los Rebeldes Locos y el imitador de “El Rey”, Héctor Ortiz.

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Cuervos Rockabilly Trío fue el encargado de abrir las actividades con tres melodías que remontaron a los inicios de Elvis, lo que dio muestra de su fusión de estilos musicales y la cimentación de las bases para el rock’n roll.

El eje central del “show” fue repasar la complicidad entre el cantante de ojos azules y México. Entre cada bloque de conversaciones los conjuntos musicales aparecieron en el escenario para revivir los éxitos de uno de los intérpretes estadounidenses más populares.

Durante la mesa de análisis, sobre cuál fue el primer éxito de Presley, Georgina Trejo dijo que sin duda se trata de “El hotel de los corazones rotos”, porque en su opinión, fue un parteaguas en los años 50, desde sus inicios en los caminos del sur de la Unión Americana.

Sobre el primer álbum editado del también guitarrista, Trejo comentó que fue el “Golden records”. Carrizosa aportó como dato que la Asociación del Fonograma en Estados Unidos le entregó a Elvis un Disco de Oro por un millón de copias vendidas de dicha placa musical.

Raúl de la Rosa mencionó que la música de Presley le llegó fuerte a la juventud mexicana y que el cantante se volvió todo un fenómeno de promoción, al borrar la música de los afroamericanos en una época en la que estaba prohibida para consumirse por las familias blancas.

En su oportunidad, el músico e imitador de Presley, Héctor Ortiz, narró cómo conoció al afamado cantante. Destacó que a los cinco años y por medio de sus hermanas mayores escuchar a Elvis “rompió sus esquemas”; recordó que durante su adolescencia todos querían ser como “El Rey”, por una identificación de edad y social.

Carrizosa añadió que la legitimación del cantante nacido en Tupelo, Misisipi, en México se debió a las mujeres de este país que consumían sus filmes, mientras que los novios de éstas lo maldecían y participaban en el desorden dentro de las salas de cine.

Otro de los elementos importantes en la relación intérprete-país fue la película “Fun in Acapulco, aunque irónicamente Elvis no visitó ni tuvo locaciones en el paradisiaco puerto durante el rodaje. Algunas imágenes de dicha película fueron proyectadas en la sesión, para deleite de los fans que se dieron cita en la calle de República de Guatemala, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Además de la cinta, Presley también grabó canciones en español, como “México” y “Margarita”. También actuó junto a Katy Jurado, Dolores del Río, Elsa Cárdenas y Rodolfo Acosta, figuras del cine mexicano y tuvo colaboraciones con mariachis como The Águilas y The Amigos.

El artista rubio, quien teñía su cabello de negro, era admirador de “Allá en el rancho grande”, la cual utilizaba para calentar su voz antes de salir a cantar, aseguró Trejo.

Para De la Rosa, el intérprete fue un fenómeno social y sociológico por su forma de ser, sus movimientos y su manera de cantar; en tanto que para Ortiz el hecho de imitarlo le permite expresar su legado en un escenario, por lo que manifestó su deseo de poder seguir haciéndolo por mucho tiempo.

Para cerrar la sesión, Los Rebeldes Locos y Ortiz, quien vistió lentes oscuros y un traje negro con incrustaciones, interpretaron dos temas representativos de Presley, lo que generó entre los asistentes gritos de euforia, emoción y satisfacción.

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