Al llegar al número 293 de Álvaro Obregón, en la colonia Roma, el público se adentra en un aura misteriosa, con restos del cabaret ubicado en su planta baja; al subir al primer piso, se llega al restaurante Tía Julia, que alberga la experiencia de Teatro Gourmet Ironías, protagonizada por Aline González y Diego Fainguersch.

El concepto es sencillo: una cena a tres tiempos que se une a una corta puesta en escena sobre las pareja; pero hay mucho de fondo, desde innovar con un concepto que ha llegado a ciudades como Londres, Nueva York y Buenos Aires, hasta la reflexión de los problemas modernos que toda relación enfrenta.

“Es una obra muy chiquita, pero queríamos hacerla 360, que fuera una experiencia para todos los sentidos; el menú, buena atención y, cuando menos te lo esperas, empieza la obra. Hay que estar concentrados tienes a la gente muy cerca, pero llega un momento en que ya no significa, empieza a fluir”, dice González a M2.

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Fainguersch añade: “Es una experiencia inmersiva, la gente se siente dentro de la obra (…) sí vemos cuando alguien se arregla el pelo o comenta algo; pero es como la vida real, en un restaurante no estamos solos, no es sencillo”.

El lugar es pequeño, unas siete mesas y una barra, al estreno asisten unas 26 personas y se siente lleno; un par de meseros piden la orden, como entrada se puede elegir entre una ensalada de pera y mozzarela con tomillo o minisopes de plátano macho con frijol al chipotle y chorizo.

El ambiente es romántico, música suave y un coctel de frutos rojos de bienvenida; para el segundo tiempo hay ceviche de camarón y pescado, tacos de pollo al pastor o hamburguesa spicy mushroom, luego, todos reciben un crujiente de manzana con piloncillo y helado de nuez.

El servicio es rápido, pues hasta el final de la cena es cuando se presenta la obra; se avisa de una última oportunidad de pedir alguna bebida y mandar algún mensaje porque las luces se apagarán y se pedirá poner en silencio los celulares.

TERCERA LLAMADA

Susana (Aline González) y Héctor (Diego Fainguersch) toman asiento en una mesa al centro, que permanece vacía durante la cena, piden comida como cualquiera y comienzan una plática casual.

Son una pareja con varios años de relación, pero al parecer tienen proyectos de vida muy distintos, algo que los enfrenta al miedo de salir de su zona de confort; entre duelos verbales, el espectador irá creando empatía, para que al final, la vida, una profesional de las ironías, se ría de todos.

“En la obra hay bueno ni malo, es como la vida misma, somos todos. Es un tema universal, las relaciones nos pasan a todos, uno se puede identificar porque pasó una situación similar, pero quizá no fue con hijos, fue con una mascota, un viaje, una mudanza; en una relación uno se va guardando cosas y pareciera que está todo bien, pero no, hay algo que nos quema. De una u otra manera toca a todas las parejas”, comenta el actor.

Mientras su compañera concluye: “Se trata de la comunicación, todo esto se encierra en que tiene que haber comunicación en la pareja, siempre, hasta de las cosas más chiquitas, porque sino revienta y ya revienta feo. Es una de las cosas que podría rescatar de los valores que tiene para contar esta obra”.

LAS CLAVES

CONCEPTO

Teatro Gourmet es entretenimiento que une la alta gastronomía con una obra.

LA ESTRUCTURA

Los platillos (tres tiempos) se sirven antes de que inicie el montaje.

LA TEMPORADA

A partir del 20 de febrero, los jueves, a las 20:30 horas en Tía Julia por 650 pesos.

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