Unas 50.000 personas participaron el viernes en el Paseo de las Ánimas, una tradición prehispánica del pueblo maya que se mantiene viva en Mérida, en el sureño estado mexicano de Yucatán, gracias a las familias yucatecas.
“Es una tradición que jamás morirá, ya que los padres involucran a los niños y jovencitos que gustosos portan el traje regional de Yucatán con la cara pintada de calaveras”.
El guía de ese juego ancestral del pueblo maya, dice que el Paseo de las Ánimas va más allá de un pasado cultural y religioso “porque recibimos con alegría a nuestros Fieles Difuntos que se nos adelantaron en ese viaje final”.
El Paseo de las Ánimas, que se reanudó después de dos años de pandemia, es un referente para el turismo nacional y extranjero que este 2022 disfrutan el corrido por las calles de Mérida que muestra otra tradición viva de la Península de Yucatán: el Hanal Pixán (comida de ánimas en lengua maya).
Una mujer caracterizada como catrina participa en el tradicional “Paseo de las Ánimas” hoy, en las calles de la ciudad de Mérida, Yucatán (México). Unas 50.000 mil personas participaron este viernes en el Paseo de las Animas, una tradición prehispánica del pueblo maya que se mantiene viva en Mérida, en el sureño estado mexicano de Yucatán, gracias a las familias yucatecas. EFE/Lorenzo Hernández
Turistas de Estados Unidos, Alemania, Francia, España y Ciudad de México coincidieron al señalar que la cultura, el arte y la gastronomía se disfruta en todo su esplendor, ya que en cada esquina del derrotero las familias instalaron los altares para recibir a sus difuntos.
Tres horas después, asegura que no está cansada de tanto caminar con el contingente de unas 500 “ánimas” que con vela en mano encabezó el alcalde Renán Barrera Concha.
“¡Qué va! Estas ánimas sí que me llenan de vida con sus trajes de flores coloridas y sus rostros pintados de calaveras”, agrega la turista que llegó para participar en los eventos del Festival de las Ánimas que organizó el Ayuntamiento de Mérida del 24 de octubre al 2 de noviembre próximo.
Varios habitantes de Mérida y turistas se congregaron desde las 16 horas en el Cementerio General de Mérida para tomarse fotos con algunos personajes emblemáticos, como La Catrina, y después recorrieron 220 altares de Hanal Pixán instalados en las principales calles y barrios de la capital yucateca.
Rompen récord de asistencia
Al término del recorrido por el céntrico Parque de San Juan, el alcalde no ocultó su orgullo por los logros del Paseo de las Ánimas: “rompimos récord de asistencia con la presencia de 50.000 personas”.
“Estoy emocionado y muy contento, porque con el Paseo de Ánimas, que forma parte del Festival de Ánimas, ponemos en alto nuestras costumbres”, aseguró a EFE.
Personas participan en el tradicional “Paseo de las Ánimas” hoy, en las calles de la ciudad de Mérida, Yucatán (México). Unas 50.000 mil personas participaron este viernes en el Paseo de las Animas, una tradición prehispánica del pueblo maya que se mantiene viva en Mérida, en el sureño estado mexicano de Yucatán, gracias a las familias yucatecas. EFE/Lorenzo Hernández
Habló de las tradiciones del Hanal Pixán, “que enaltecen la gastronomía y respeta a los Fieles Difuntos de Yucatán, “porque siempre se celebran en familia”.
Este tipo de eventos se organizan como un punto de encuentro para gozar en familia, “pero este 2022 nos demuestra que sí pudimos superar la pandemia y hay que disfrutar nuestras tradiciones”.
Ceremonia del Pok Tah Pok y el Xibalba
Antes del desfile de las ánimas, los sacerdotes mayas José Guadalupe Teh Can e Hipólito Canul Góngora encabezaron una ceremonia para el Juego de pelota Pok Tah Pok.
Ahí, el Halach Huinic del Pok Tah a través del juego los condujo al camino de la sinceridad, honradez y respeto para que pueden conducirse como los antepasados mayas.
Los sacerdotes encabezaron otra ceremonia más para abrir el Xibalbá, el inframundo maya para pedir permiso a los dioses y que salgan las ánimas de su sueño eterno para visitar a sus familiares que los esperan con bebidas y deliciosas viandas que les gustaban en vida.
