Dos investigadores de las universidades de Oxford y Cambridge lograron identificar a las diferentes aves de una obra de arte del antiguo Egipto descubierta hace un siglo en Amarna, el hogar del faraón monoteísta Akenatón.

Akenatón gobernó Egipto entre alrededor de 1353 a. C. y 1336 a. C. Fue él quien construyó a unos 300 kilómetros al sur de El Cairo una nueva capital, llamada Ajetatón (Amarna). En ella construyó un palacio real, en cuya Sala Verde, una de sus muchas estancias, se encontró entre 1923 y 1925 un gran fresco.

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La imagen, que representa una magnífica pintura de pájaros alrededor de un pantano, era muy frágil, tanto, que no fue posible salvar la obra y acabó desapareciendo. Afortunadamente, una egiptóloga logró hacer una copia de alta calidad poco después del descubrimiento. 

El equipo estudió la copia del fresco y analizó estudios ornitológicos y taxonómicos para identificar a las distintas especies de aves. Según los investigadores, el nivel de detalle de la pintura era tan alto que no experimentaron problemas para reconocer a los animales. Muchas de las aves representadas son palomas bravías (‘Columba livia’), pero también hay imágenes del martín pescador pío (‘Ceryle rudis’), el alcaudón dorsirrojo (‘Lanius collurio’) y la lavandera blanca (‘Motacilla alba’).

Los egiptólogos no descartan que además de las pinturas, en la Sala Verde hubiera plantas reales junto a sustancias aromáticas y que fuera usada también para tocar música. 

“Una habitación adornada, en cualquier medida, con una obra maestra del arte naturalista, llena de música y perfumada con plantas cortadas, habría sido una experiencia sensorial notable”, escribieron los investigadores, Christopher Stimpson y Barry Kemp, en su estudio, publicado en la revista Antiquity.

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