“Mi ambición es ahora ganar el Mundial con Francia”, aseguró Karim Benzema nada más ganar el Balón de Oro en octubre pasado. Pero del delantero francés del Real Madrid no podrá cumplir en Catar el sueño de llevar a su palmarés el trofeo que le falta a causa de una lesión que le obliga a perderse la competición.
El jugador arrastraba molestias que le habían dejado casi fuera de juego durante el último mes y que le habían apartado de los entrenamientos colectivos desde que Francia se concentró el pasado lunes.
Este sábado regresó a las sesiones con sus compañeros e incluso el seleccionador, Didier Deschamps, le había colocado con los titulares en los ejercicios preparatorios.
Pero Benzema, reputado por cuidar su cuerpo como el oro, sintió un dolor agudo en la pierna izquierda, a la altura del femoral. Nada que ver con las molestias que había tenido hasta entonces, lo que hizo saltar las alarmas en la concentración.
El jugador se retiró renqueante y fue enseguida trasladado a una prestigiosa clínica de Doha donde fue sometido a una resonancia magnética que confirmó las sospechas: “lesión del femoral que precisa una convalecencia de tres semanas”, según reza el comunicado oficial de la Federación Francesa de Fútbol (FFF).
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DOLOR INMENSO
Benzema abandonará Catar con un dolor inmenso, porque era su segunda oportunidad de brillar en un Mundial, tras haberse perdido el de Rusia, donde fue apartado del equipo por las acusaciones de complicidad en chantaje.
El seleccionador, Didier Deschamps, que lamentó la ausencia y aseguró que harán todo lo posible para compensarla, tiene hasta el próximo lunes, víspera de su debut ante Australia, para convocar a un sustituto de Benzema.
Entre los nombres que suenan figura el ex sevillista Wissam Ben Yedder, pero también otros nombres, como Anthony Martial, Moussa Diaby o el jugador del Atlético de Madrid Thomas Lemar.
Para Francia, la ausencia de Benzema es otro duro golpe, tras las de Ngolo Kanté y Paul Pogba antes de la concentración y las de Presnel Kimpembe y del delantero Chritophe Nkunku, ya con la lista formada, que fueron sustituidos respectivamente por Axel Disasi y Kolo Muani.
Pero la baja de Benzema es de más peso, por el buen rendimiento que venía teniendo el Balón de Oro con la selección de Francia, en la que se había convertido en una pieza clave del colectivo de Deschamps como pareja ofensiva con Kylian Mbappé.
Tras tres años y medio de ausencia, el seleccionador le levantó el veto antes de la pasada Eurocopa, en la que comenzó a revelarse como una figura importante del equipo, en paralelo a las grandes actuaciones que fue firmando con el Real Madrid.
No es la primera decepción que se llevaría Benzema en un Mundial. En Sudáfrica en 2010, cuando con 22 años era uno de los delanteros más prometedores de Francia y ya estaba en el Real Madrid, se quedó fuera del grupo porque no era titular indiscutible en su club, pese a que había marcado dos goles en la fase de clasificación.
El futbolista no ocultó su amargura. Cuatro años más tarde, ya con Deschamps en el banquillo, firmó una gran actuación en Brasil, donde era titular indiscutible, anotó tres tantos en la fase de grupos pero no pudo evitar la eliminación de los galos en cuartos de final contra una lanzada Alemania.
Al año siguiente estalló el escándalo del chantaje, que le apartó del equipo y le dejó fuera de la Eurocopa que Francia disputó en su territorio.
Regresó a mediados de 2021, en vísperas de otra Eurocopa, la tercera que ha jugado con Francia.
El principal candidato para sustituir a Benzema en el once de la defensora del título ante Australia es el veterano Olivier Giroud, de 36 años, que ha regresado al equipo tras meses de ausencia y que está a dos tantos de igualar con Thierry Henry como máximo goleador histórico de Francia.