La Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) ha aplicado un castigo histórico a Osvaldo Canchola, jugador de Burros Blancos IPN que lesionó de manera intencional a Diogo Zanchet, jugador de Borregos del Tec de Monterrey. No volverá a jugar en esta liga nunca más ni podrá tener ningún cargo deportivo o administrativo. La sanción se suma a la que ya había hecho el propio Politécnico Nacional, al expulsarlo de manera definitiva de las filas de su equipo representativo.
Las imágenes estremecieron a la opinión pública. En un partido del pasado viernes, que terminó con marcador de 37-0 favor Borregos, Canchola se dejó caer con todo su peso para lesionar a Zanchet. El diagnóstico fue lesión de ligamento colateral medial, ruptura ligamento patelofemoral medial, edema óseo cóndilo femoral lateral. Por fortuna, no requerirá de una operación.
La reacción de la ONEFA tardó en llegar y de hecho recibieron críticas por su comunicado en el que anunciaron un análisis del caso, pero sin explicar nada de manera concreta. Ahora sí no han dejado lugar a dudas. Canchola está expulsado de por vida del futbol colegial en México. Así lo explicó Alfredo Trejo Lucero, director de la ONEFA, en entrevista con ESPN.
“A partir de que recibimos una denuncia forman por parte del Tec de Monterrey, en nuestra sesión del lunes por la noche, es que la Comisión comenzó a revisar el tema. Según los estatutos, el único organismo que puede sancionar es la Comisión de Honor y Justicia, la cual está formada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Tec de Monterrey, la Universidad de Celaya y la UNAM. Luego de analizar las pruebas y deliberarlo, fue que determinaron el castigo contra el jugador”, explicó. Trejo explicó también que la Comisión hizo una evaluación para determinar si la lesión había sido intencional. Una vez decidido que sí lo fue, se tomó la decisión de expulsarlo para siempre.
En entrevista con Proceso, Zanchet, el jugador lesionado y que estudia Ingeniería Mecatrónica, comentó que en el desarrollo del partido hubo intimidaciones por parte de jugadores de Burros Blancos hacia uno de sus compañeros, a quien le dijeron que le romperían las rodillas. Y recordó el momento en el que se dio el incidente.
“Justo cuando cayó sobre mí sentí cómo mi rodilla izquierda hizo un estallido, después de eso hubo una sensación de entumecimiento en mi pierna y finalmente una sensación de hormigueo. Logré incorporarme con ayuda de mis compañeros y sentí un poco de dolor, pero creo que por la adrenalina no pasó a mayores en ese momento. Incluso fui a la banca y estuve ahí hasta que concluyó el juego”, dijo al semanario.
En la misma entrevista, Zanchet comentó que en ese momento creyó que había sido una jugada circunstancial y no con mala intención. “Cuando ya estábamos en los vestidores para la reunión pospartido, uno de mis compañeros me mostró el video que alguien subió a redes sociales en donde pareciera que el otro jugador busca lesionarme a propósito”. El joven comentó también que quería que Canchola fuera suspendido el resto de la temporada, pero no que se le quitara su beca deportiva. “No creo que por unos segundos fuera de control se deba arruinar su vida ni educación. No lo odio, sólo creo que no representa el deporte que practicamos”, valoró.
A pesar de esa percepción de Zanchet, la sanción de la ONEFA ha sido la más severa posible. Canchola no podrá ni volver a competir en la liga ni ostentar un cargo futuro. Una sanción que enmarca un ejemplo de lo que le puede pasar a quien repita una acción antideportiva en el futbol colegial de México.