El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, tras declarar como investigado por presunta agresión sexual y coacciones en relación al beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Sídney. Foto de EFE/ Sergio Pérez
Francisco de Jorge, juez de la Audiencia Nacional, ha prohibido al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, acercarse en un radio de 200 metros a Jenni Hermoso o comunicarse con ella, durante la investigación de la causa abierta por el beso en la boca que dio a la jugadora en la final del Mundial.
El magistrado ha atendido parcialmente la petición de la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la futbolista y ha acordado estas medidas cautelares para Rubiales, tras su declaración como investigado este viernes por presunta agresión sexual y coacciones a Hermoso.
Tras su declaración en la Audiencia Nacional, apenas cinco días después de dimitir, la Fiscalía había solicitado que se dictase una orden de alejamiento contra él a menos de 500 metros de Hermoso, una distancia que el juez ha acortado al decretar la prohibición de que Rubiales se acerque a la futbolista en un radio de 200 metros.
En un auto, que no se ha facilitado a los medios, el magistrado ha rechazado, no obstante, imponerle la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado, como solicitaba la Fiscalía; y ha declinado también la solicitud de la abogada de Jenni Hermoso para que se embargasen sus bienes de forma preventiva.
Casi un mes después de la victoria de la selección femenina del Mundial de fútbol en Sídney, Rubiales ha comparecido este viernes como investigado por el beso en la boca que dio a Hermoso, agarrándola la cabeza con las dos manos, durante la entrega de trofeos del pasado 20 de agosto, un escándalo que provocó una oleada de indignación a nivel nacional e internacional.
Como se esperaba, el expresidente de la RFEF ha mantenido que aquel beso fue consentido por ambas partes, como ya defendió ante la Asamblea General de la institución; y ha negado que coaccionase a Jenni Hermoso o a su entorno para que justificase públicamente aquel episodio, según han informado fuentes presentes en su declaración.
Apenas una hora ha durado la comparecencia de Rubiales, en la que ha contestado a las preguntas del juez y de todas las partes y ha mantenido una versión exculpatoria al negar todas las acusaciones que dirige contra él la Fiscalía, que presentó una querella después de que Jenni Hermoso formalizase su denuncia.
Por su parte, la abogada de la campeona del mundo, Carla Vall, ha reiterado que, como ya manifestó Jenni Hermoso, “fue un beso no consentido”.
Todo el mundo vio las imágenes, todo el país las vio. Y podemos decir precisamente que gracias a ello, gracias también al cambio social, al cambio legal, de algún modo podemos sostener que hubo completamente una falta de consentimiento por parte del señor Rubiales”, ha manifestado en declaraciones al centenar de periodistas congregados ante la Audiencia Nacional.
Vall ha señalado que Hermoso se encuentra “afectada” por lo sucedido, “por el acto humillante que sufrió en el estadio y que ha empañado un hito deportivo, una victoria tan grande”.
Rubiales ha llegado a la Audiencia Nacional tres cuartos de hora antes de su citación acompañado de su abogada, Olga Tubau, conocida por haber defendido al mayor de los Mossos d´Esquadra Josep Lluís Trapero por el despliegue policial del 1 de octubre de 2017, día del referéndum ilegal de Cataluña, un caso en el que fue absuelto.
A la entrada de la sede del tribunal, Rubiales, sin hacer declaraciones -tampoco a la salida-, abría la puerta a la letrada ante el medio centenar de cámaras de medios nacionales y extranjeros que se han agolpado en uno de los días de mayor expectación mediática de los últimos tiempos en la Audiencia Nacional.