Los festejos de la Albiceleste llegan desde Buenos Aires, Argentina, hasta México. Las fotografías y videos de los aficionados enardecidos por la gloria de ser Campeones del Mundo inundan las redes sociales y medios de comunicación deportivos. Todas las publicaciones comparten una característica: celebrar el triunfo de su selección en la Copa del Mundo de Qatar 2022 con orgullo.
Las avenidas en la capital porteña estuvieron plagadas de millones de argentinos que salieron a las calles a festejar. El Obelisco, monumento icónico argentino en la ciudad principal, estaba abarrotado de seguidores. Lionel Messi mostró el trofeo de campeón a su gente. Desde México, lo único que se pudo hacer fue disfrutar de la gloria argentina. Otros, desde su trinchera, se dedicaron a desacreditar el triunfo de la celeste y blanco.
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Que si el Emiliano Dibu Martínez hizo algo inapropiado en el festejo, que si no saben triunfar y son malos ganadores los futbolistas argentinos; que si el penal contra Francia no debió de ser. Argumentos hay cientos para no aceptar una cosa: Argentina sí pudo darle un sentimiento de gloria a su pueblo.
Comparar ambas selecciones resultaría absurdo. México no tiene un Messi y quizá ninguna otra selección en el mundo lo tenga en los próximos 30 años. Porque jugadores como Leo aparecen cada tres décadas. A partir de ahí, ya se va en desventaja para soñar que el Tri puede hacer una hazaña de tal magnitud. Cada Mundial es la misma exigencia: llegar al quinto partido y cada torneo es el mismo resultado, el fracaso.
Argentina celebra. Un país de 45 millones de habitantes y con una liga que no es precisamente la de mejor infraestructura presume que su combinado nacional sacó la casta. México, por su parte, duplica y casi triplica la cantidad de pobladores en su territorio. La pregunta es ¿en serio no se puede sacar 30 jugadores de gran nivel?, o al menos de un calidad regular.
La Selección Mexicana de Futbol cayó en la primera fase por detrás de Argentina y Polonia en el Grupo C. No alcanzó ni para llegar al cuarto partido. El quinto estuvo al otro lado del polo, inalcanzable.
Recientemente, Gerardo Martino, entrenador de México en Qatar 2022, aseguró que la falta de experiencias internacionales por parte de los jugadores mexicanos dificulta el rendimiento en partidos decisivos Los jugadores de la Liga MX se sienten cómodos en el campeonato local, sino escuchen a Jesús Gallardo, quien asegura que estar en Rayados de Monterrey es como estar en Europa.
Según el Perfil, diario argentino, la liga argentina exporta alrededor de 500 jugadores al año al planeta futbolístico. Acá, apenas unos cuantos. Los altos salarios los envuelven y los jugadores no se quieren ir. Además, los clubes piden cantidades exorbitantes por los jugadores que “potencian” en sus canteras.
Mientras siga pasando eso, la afición mexicana se quedará observando la gloria desde lo lejos porque su selección solo decepciona. Este año fue Buenos Aires en Argentina, pero mañana verán la celebración en Río, en Berlín, en París o Madrid. Marruecos ya se dio el lujo de llegar a una semifinal en Copa del Mundo, pero en contraste, los futbolistas marroquís no militan en una liga donde el descenso y ascenso son abolidos; ya que la mayoría lo hacen en las mejores ligas del Viejo Continente.
