En estos días se han visto varias publicaciones, en las que se observa a niños y niñas celebrando sus triunfos en diferentes torneos de fútbol.
Lo que más llama la atención, es que todos ellos juegan representando a Escuelas Infantiles de Fútbol privadas.
En Xalapa este tipo de escuelas ha proliferado en años recientes, algunas de ellas cuentan con instalaciones propias y otras tienen que rentar alguna donde entrenar a sus pequeños pupilos.
Al ser programas particulares, para mamás y papás esto significa un desembolso económico mensual que incluye pago de cancha, inscripción, uniformes, arbitrajes… y algunos otros gastos, en ocasiones no tan fáciles de cubrir.
En nuestra opinión, las instancias de gobierno estatal y municipal se han desatendido de promover y fomentar el deporte popular; por lo cual, un gran sector de la niñez xalapeña no participa en eventos deportivos, al no contar con los recursos económicos que les permitan integrarse a estas escuelas particulares.
Xalapa, la ciudad capital del estado, debería ser ejemplo a seguir en cuanto a la participación deportiva de sus niños y jóvenes, no sólo en el fútbol, si no en varias disciplinas más.
La falta instalaciones no debe ser argumento que impida fomentar el deporte popular, existen las necesarias, a lo largo y ancho del municipio.
Solo se requiere la coordinación entre las partes y la voluntad suficiente.
Una primera alternativa sería retomar la figura de “el barrio”, como eje central, para la organización de los equipos infantiles y juveniles que, más adelante, compitan en torneos oficiales.
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Estos torneos, al ser promovidos por instancias públicas, no deberán ocasionar sacrificios familiares, ya que no se tendría que costear la participación de sus hijos en los equipos que representen a su comunidad, su colonia, su unidad habitacional o su barrio.
Deporte para todos, derecho humano y obligación constitucional del Estado.