Marruecos cumplió con una actuación histórica en Qatar 2022. Llegaron hasta las Semifinales y tumbaron a dos favoritos: España y Portugal. Durante dos semanas su futbol y coraje contagiaron a todo el Mundo del fervor por este equipo de Regragui, un entrenador que ha pasado a la historia y que tendrá grandes retos por venir en el futuro inmediato. Pero ahora todavía es momento de celebrar y el plantel entero lo ha podido constatar en su regreso al país que llenaron de orgullo en el Campeonato Mundial.

En estas horas, donde abundan las imágenes icónicas de las celebración de Argentina, vale la pena voltear la mirada a Rabat, la capital marroquí, sitio en el que una multitud emocionada como nunca antes ha dado la bienvenida a los suyos. En orden y sin incidentes. Después del encuentro con la afición, visitaron el Palacio de Rabat y se reunieron con el Rey Mohamed VI, el príncipe Mulay Hassan y su tío Mulay Rachid El reconocimiento era para menos: se convirtieron en el primer equipo africano en llegar las Semifinales de un Mundial. Y en realidad hicieron mucho más que eso, porque el resultado es apenas una fracción de un ejemplar desempeño que deslumbró a todos.   

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Este grupo de jugadores demostró que la lógica y los supuestos se puedan echar al cesto de basura en una Copa del Mundo. Si en el pasado Mundial, el de Rusia 2018, la sensación fue de tristeza (se fueron eliminados en Fase de Grupos en un competido grupo con España, Portugal e Irán), hoy no pueden ser más felices, y todo es merecido. Nadie volverá a mirar a Marruecos con los mismos ojos. Y eso empezará con sus propios aficionados, que han constatado hasta dónde son capaces de llegar sus muchachos. Y por eso los han mimado a lo grande: con bengalas, gritos, aplausos y toda la pasión que un país enfermo por el futbol puede demostrar.

Nunca antes una selección sorpresa de un torneo tan grande había causado tanta unanimidad de criterios. Es muy posible que la sorpresa más grande en la historia del futbol moderno siga siendo la de Grecia en la Copa Europea de Naciones en el 2004 (cuando vencieron a la Portugal de Cristiano Ronaldo en su casa y con su gente). Pero, además de tratarse de un torneo regional a fin de cuentas, siempre se ha cuestionado el método de aquel equipo: sumamente defensivo y sin pizcas de atracción. Ese no es el caso de Marruecos, que sabía defender, pero también tenía un amplio repertorio en ataque, además de manejar el balón con tacto, creatividad e ingenio. Todo, respaldado por una energía física difícil de comparar.

Este país tiene mucho que dar, no será una casualidad ni flor de un día. Los Bono, los Amrabat, los Ziyech, los Hakimi. Nadie los olvidará en el corto ni mediano ni largo plazo. Pero no se conformarán con esta en la historia desde ya y para siempre. Querrán seguir escribiendo sus nombres con oro y nada más. El próximo gran reto de la sensación de Qatar 2022 está a la vista de todo: la Copa Africana de Naciones, que se disputará en enero de 2024 en Costa de Marfil. Suena lejano, pero falta casi nada. En ese tiempo podríamos estar hablando otra vez de los míticos Leones del Atlas. Y sería lo más normal: llegarán como favoritos naturales a esa cita. Les queda un Mundo por hacer y descubrir, y el Mundo no lo ha visto todo de ellos.

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