Para hacer frente a las “mal afortunadas” denuncias e investigaciones en su contra, el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa decidió allanarse ante la segunda solicitud de extradición del gobierno mexicano, peticionada por la PGR, pues aseguró “no cometí tales delitos”.

En un breve uso de la voz durante su diligencia, el ex mandatario comunicó a los magistrados su decisión de allanarse a la solicitud de extradición y con ello poder ser repatriado a México para hacer frente a los delitos de delincuencia organizada y uso de recursos de procedencia ilícita que le señalan.

Su abogado cuestionó las pruebas presentadas por la PGR, pues dijo que nunca se logró determinar la complicidad de su cliente, y por el contrario aseguró que las motivaciones son de índole política.

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