Uno de los “trucos” más efectivos para tener salud financiera es vivir con menos de lo que ganas. Si puedes crear un estilo de vida que cueste menos que tu sueldo, verás que es más fácil ahorrar y dejar de sufrir por dinero. 

Aprender a vivir por debajo de tus posibilidades puede cambiarte la vida. ¡Ojo! Sabemos que hoy la vida es muy cara y los que los ingresos no suben como quisiéramos, pero justo por ello es vital aprender a administrar nuestro dinero disponible de la mejor manera. 

Vivir con menos de lo que ganas puede ser muy positivo, ya que te ayudará a priorizar objetivos como el ahorro y la inversión. Checa estas ideas:

Comprende tus hábitos financieros

¿No estás seguro(a) de cómo empezar a gastar menos? En primer lugar, tómate un tiempo para entender tus hábitos financieros. Revisa los estados de cuenta de tu banco, tarjeta de débito o tarjeta de crédito para encontrar patrones en tus gastos. Puede que notes que pides mucha comida para llevar. Ser consciente de tus hábitos actuales puede ayudarte a construir otros mejores, como planificar las compras del super y preparar tu comida para la semana en casa. 

Establece un presupuesto basado en un porcentaje de lo que ganas

Al crear un presupuesto, la idea no es gastar cada centavo que ganes. Para gastar menos de lo que ganas, crea un presupuesto basado en ¾ de tus ganancias; o incluso la mitad si crees que puedes manejarlo. Establece presupuestos para todos tus gastos, así podrás identificar las fugas y áreas que te permitirán ahorrar. Para hacer las cosas más fáciles, fija un límite de gasto semanal, eso te ayudará a eliminar las pequeñas compras que se suman a lo largo del mes.

Haz un seguimiento de tus gastos

Para mantenerte dentro de tu presupuesto, asegúrate de hacer un seguimiento de tus gastos. Esto te ayudará a vigilar tu dinero y asegurarte de no gastar demasiado. Cada vez que gastes dinero, asegúrate de anotarlo donde prefieras para tener esa información muy presente. 

Establece objetivos financieros para el futuro

Tómate un tiempo para identificar tus objetivos financieros y conviértelos en una motivación para mantenerte al tanto de tus gastos y ahorros. Podrías comenzar con un objetivo a largo plazo, como iniciar un negocio, comprar una casa o jubilarte antes de tiempo. Si lo prefieres, usa los objetivos a corto plazo como una forma de trabajar y sentir que logras las cosas más rápido. Algunos objetivos a corto plazo podrían incluir el ahorro de una cierta cantidad de dinero en los próximos seis meses o el pago de una deuda a finales de año.

No importa lo que esperes lograr, ponerte metas y estar consciente de cómo tus finanzas juegan un papel importantísimo para lograrlas es fundamental para construir tu bienestar financiero.

Reflexiona acerca del estilo de vida que llevas hoy

A veces solo tienes que preguntarte si tu estilo de vida coincide con tus ingresos. Esta puede ser una pregunta difícil de hacer, pero es necesaria. Si te gusta hacerte manicure, salir a comer, los conciertos, los viajes, la ropa nueva, pero tu sueldo no te permite pagar todo eso con holgura, quizá es hora de reconsiderar tus hábitos de gasto. 

Piensa en cuántas horas tendrías que trabajar para esa cena o una camisa nueva. ¿Realmente valen la pena? Empieza a tomar decisiones más pensadas respecto a tu dinero, no te dejes llevar por los impulsos. Aprender a vivir menos de lo que haces puede ofrecerte una verdadera libertad financiera. 

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