El Banco Central Europeo debería seguir subiendo las tasas de interés más allá de marzo y el nivel máximo, que debería mantenerse durante algún tiempo, podría alcanzarse durante el verano boreal, declaró el jefe del banco central finlandés, Olli Rehn, a un periódico alemán.
El BCE ha subido las tasas 3 puntos porcentuales desde julio, hasta el 2.5%, y ya ha prometido otra alza de medio punto porcentual en marzo, por temor a que el persistente crecimiento subyacente de los precios afiance una inflación elevada.
Los mercados prevén que las tasas del BCE alcancen un máximo del 3.7% a finales del verano boreal, lo que sugiere que los inversores aún prevén varias alzas, incluso más allá de la prevista para marzo.
“Con una inflación tan alta, parece probable, lógico y apropiado que haya más alzas de tasas después de marzo”, declaró Rehn a Börsen-Zeitung. “Es importante que alcancemos el nivel restrictivo y nos mantengamos en él durante algún tiempo”.
“Supongo que alcanzaremos la tasa terminal en el transcurso del verano” boreal, dijo Rehn, considerado un moderado en el Consejo de Gobierno de 26 miembros, al periódico en una entrevista.
Aunque los responsables de política monetaria conservadores, parecen contar con una cómoda mayoría en el BCE, los moderados del sur del bloque reclaman cada vez más medidas más prudentes, dado que el banco ya ha endurecido su política más rápidamente que nunca.
Rehn dijo que la inflación subyacente sigue siendo una preocupación clave, ya que sigue repuntando y sería “difícil imaginar” el fin de las alzas de tasas mientras esa medida, que filtra la volatilidad de los alimentos y la energía, aumente y se mantenga alta.
Aunque los mercados ya prevén una baja de tasas a principios de 2024, Rehn advirtió del riesgo de una relajación demasiado temprana y dijo que es prematuro hablar de eso.
La reciente caída de los precios de la energía es una noticia positiva, pero la inflación energética tiende a ser rígida, ya que las empresas suben los precios más rápido que los bajan, por lo que los riesgos siguen estando sesgados hacia una mayor inflación.
Sin embargo, la baja de los precios de la energía es positiva para el crecimiento, y la economía de la zona euro podría crecer en torno al 1% este año, por encima del 0.5% previsto por el BCE en diciembre, dijo Rehn.