El Banco de México recortó su expectativa de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) del próximo año. Ahora, su escenario central es de un avance de 1.6% que contrasta con el 2.4% previsto en junio.

Este pronóstico incorpora la expectativa de una desaceleración que viene desde Estados Unidos, el impacto de la pandemia, la evolución de la guerra en Ucrania así como la inflación alta que está llevando a todos los bancos centrales a endurecer su postura monetaria, precisó la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja.

“Aun cuando esperamos una afectación del crecimiento derivada de este contexto señalado no vemos en ningún caso una recesión para Estados Unidos ni para México. Ni nuestras estimaciones ni las del Fondo Monetario Internacional (FMI) incorporan el escenario de una recesión”, subrayó.

Anuncios

Te puede interesar: Ni con la derecha ni con López Obrador: qué busca (y ofrece) la ‘tercera vía’ en México

Tal como lo ha hecho el banco central desde que inició la pandemia, presentaron los límites que podrían presentarse en caso de desviarse el escenario central. Para el año entrante, consideran que la desaceleración podría llevar al PIB a un avance del 0.8% y en contraste, el límite superior sería de una expansión de 2.4 por ciento.

Durante la presentación del Informe Trimestral del periodo abril junio, la gobernadora admitió que hay indicadores que muestran desaceleración en Estados Unidos pero asentó que no es el caso de México. E incluso en la economía estadounidense, destacó la importante fortaleza que mantiene su mercado laboral.

De ahí, el Banco de México mantuvo sin cambio su pronóstico de crecimiento para el PIB mexicano de este año, en 2.2%, tal como ha estado desde diciembre, apoyado en un mejor desempeño de la actividad económica del primer semestre respecto del estimado anteriormente.

Presión a la baja

Al interior del informe previeron que las condiciones de holgura continuarán reduciéndose a un ritmo más gradual que el esperado en el informe previo. La holgura del producto significa que hay una subutilización de recursos ante la demanda deprimida.

Desde Nueva York, el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, consideró que pese a confirmar la expectativa del PIB para este año, “el balance de riesgos para la actividad sigue sesgado significativamente a la baja”.

Publicidad