“Se cayó el empleo, no, es una práctica para no pagar prestaciones, porque en enero vuelve a subir, ya lleva tiempo”, expuso el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa luego de reconocer que en diciembre de 2021 se perdieron alrededor de 312,000 empleos formales, según las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En suma, el año pasado el trabajo formal creció en 846,416 plazas.

En enero del año pasado, el mandatario afirmó que la caída de plazas registradas ante el IMSS en diciembre de 2020 se debía al esquema de subcontratación. En esta ocasión, López Obrador atribuyó la pérdida a una estrategia de las organizaciones para evadir el pago de prestaciones, concentrada en el sector de servicios y educativo, reconociendo que a pesar de la reforma de outsourcing, se volvió a observar el fenómeno.

Sin embargo, especialistas coinciden en que la destrucción de empleos a fin de año se debe en buena medida a un factor estacional vinculado a un ciclo natural de la economía mexicana. Desde 1997 cuando el IMSS empezó a contabilizar los trabajadores afiliados con base en su registro administrativo, cada diciembre se ha observado una caída de empleos formales con respecto a noviembre.

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“Aún antes de que se usara el outsourcing de manera intensiva, lo que se apreciaba era una reducción de empleo. La mayor parte del empleo que se pierde es temporal, habrá que ver en esta ocasión los detalles de las cifras que surjan, pero la experiencia muestra que el empleo eventual, el que se contrata para la época de fin de año ya sea para la producción o venta, es el que se pierde en diciembre”, explica José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

En ese sentido, Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores, afirma que la baja de trabajadores afiliados al IMSS en el último mes del año se relaciona más con la estacionalidad de la economía que con una evasión de prestaciones.

“Las empresas requieren más personal para hacer frente a los meses de más demanda en distintas áreas, principalmente del sector servicios como el turismo o ventas, donde la carga importante de trabajo empieza en noviembre y se sostiene hasta poco antes de la navidad. Se vale y no debería sorprendernos que las empresas recurran a empleos temporales, a personal temporal para cubrir este momento de fuerte demanda y eventualmente se desprenden de ese personal una vez que termina el periodo. Creo que eso es lo que lo explica”, detalla el especialista.

En diciembre del 2020 se perdieron 277,280 plazas formales, en el mes pasado esa baja fue de 312,902 puestos de trabajo. Ambas cifras se encuentran entre los umbrales de lo habitual, según José Luis de la Cruz, la baja de trabajadores afiliados al IMSS oscila entre los 250,000 y 300,000.

Los especialistas opinan que la mayor contracción del empleo formal en el mes pasado puede estar sujeta a la desaceleración económica en el último trimestre del 2021 y también que durante el 2020 la recuperación de los puestos de trabajo perdidos a causa de la pandemia estaba incompleta.

“Hay dos causas fundamentales. La primera es que en 2020 se perdió empleo todo el año, ya cuando llegamos a diciembre el mercado laboral mexicano ya estaba exhausto de despidos. En segunda instancia, la economía a partir de septiembre de este año entró en una marcada desaceleración. Hay una pérdida de fuerza, en especial en el sector servicios que representa dos terceras partes del Producto Interno Bruto”, expone el director general del IDIC.

Es decir, agrega el especialista, la marcha de la economía en los últimos meses del 2021 generó menor necesidad de contratación. “El ciclo económico y la evolución del mismo permite entender por qué hubo más despidos”.

Para Carlos Ramírez la respuesta es similar, el crecimiento en la baja de empleos formales puede estar vinculado al hecho de que en diciembre de 2020 se requirió menos personal eventual y por lo tanto, la pérdida de trabajadores formales en ese periodo fue menor en comparación con el mismo mes de 2021.

“Esto parece ser una realidad de la economía mexicana que tiene que ver con el mercado laboral segmentado, la forma en cómo está estructurado el sector servicios y la propia demanda en las fábricas en las fronteras de México para cubrir el excedente de demanda en Estados Unidos y una vez que pasa esa etapa del Black Friday y la navidad, viene un ajuste normal otra vez a la baja”, señala el director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores.
¿Es una estrategia legal?

Manuel Fuentes Muñiz, profesor investigador de la Universidad Autónoma de México (UAM), opina que hasta cierto punto los despidos en diciembre obedecen a una estrategia para evitar que los trabajadores generen antigüedad, en el último mes del año vencen los contratos temporales de algunos trabajadores que son contratados nuevamente en enero.

“La propia Ley Federal del Trabajo permite los contratos temporales, esto hace que cada dos o tres meses se estén renovando los contratos, algunos llegan a tener una antigüedad de siete años o más. Lo que hacen las empresas es que, a fin de año, ese tipo de contratos se terminan. Estos contratos no son con la intención de que no se generen prestaciones, porque finalmente cuando separan a los trabajadores les pagan la parte proporcional, pero la parte importante es la generación de antigüedad”, expone el abogado laboralista.

Evitar que los trabajadores generen antigüedad, explica Manuel Fuentes, es una estrategia para que los empleadores no cubran ninguna indemnización cuando termina la relación de trabajo. “Cuando se acaba un contrato de trabajo que es por periodo, ese tipo de contratos no tienen ningún tipo de indemnización, porque finalmente no se cataloga como despido, sino como una terminación del contrato y no genera ninguna obligación para el patrón más allá del pago de las prestaciones correspondientes”.

Sin embargo, Fuentes Muñiz señala que los contratos temporales o por obra determinada deben estar sustentados en que la materia de trabajo sólo está presente por una temporada. En ese sentido, en algunos puestos de trabajo no se justifica la contratación eventual.

Para Lesly Corona Hinojosa, abogada laboralista, algunas empresas han abusado de los contratos temporales. El sector educativo, detalla la especialista, es uno de los más representativos en despidos en diciembre.

“Los maestros todos los años ya saben que en diciembre viene su finiquito. Lo que pasa es que los contratan por semestres o cuatrimestres, según cada escuela y ya se acostumbraron a que sus contratos son anuales y que la temporalidad depende mucho de la escuela”, comenta.

Esta práctica observada con frecuencia en el sector educativo, especialmente el privado, se debe a que las instituciones académicas buscan pagar únicamente por el tiempo laborado. “Por ejemplo, las escuelas de paga inician su ciclo escolar a mediados de enero y el no dar de baja a los trabajadores ante el IMSS implica pagar salarios hasta de una quincena y los meses de vacaciones, lo cual se vuelve un gasto en un contexto de mayor deserción escolar”, explica Corona Hinojosa.

En buena medida la finalización de contratos en diciembre y la recontratación de trabajadores en enero es una práctica que se ha acentuado por la falta de supervisión de las autoridades. Pero la abogada laboralista opina que el asunto es aún más complejo: el gobierno hace lo mismo.

El gobierno no está exento

“En la Escuela Nacional de Antropología e Historia nadie será despedido; los eventuales que laboraron en 2021 será recontratados. También los profesores de asignatura. Los que prestan servicios por honorarios, capítulo 3,000 trabajarán como en 2021. Así informa el director del INAH”, escribió en Twitter Jesús Ramírez, coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República.

La respuesta llegó en un contexto de manifestaciones de trabajadores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) luego de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), institución a las que está adscrita, girara instrucciones para no convocar al personal eventual a actividades a partir de enero de 2022.

Durante la manifestación, estudiantes y profesores del ENAH exigieron la basificación de personal docente, donde hay maestros con más de una década de servicio, pero sin generar antigüedad porque están sujetos a contratos temporales.

Desde la perspectiva de Manuel Fuentes, tanto el gobierno federal como los locales no están exentos del uso indebido de la figura de trabajo eventual. Las dependencias siguen contratando servidores públicos mediante contratos temporales para actividades fijas y en algunos otros casos, ingresan a laborar bajo un esquema de honorarios.

“Se da este tipo de contratación temporal que se genera bajo los auspicios del gobierno federal o también se contrata por honorarios a los trabajadores para evitar que generen cualquier tipo de derecho laboral. En efecto, el gobierno no está libre de culpa, desde ahí se promueven ese tipo de contrataciones que finalmente son perjuicio de los trabajadores”, apunta Fuentes Muñiz.

En esa percepción coincide Lesly Corona, paradójicamente, las autoridades tienen la facultad de inspeccionar a la Iniciativa Privada, pero no tienen la autoridad moral para hacerlo porque también se benefician de estas prácticas.

“Este año debería estar marcado por una buena reforma en materia de asuntos laborales burocráticos, porque estamos viendo mucha escasez de empleos de base en la administración pública. Por ejemplo, en la Fiscalía General de la República se están dando de baja a trabajadores de base para poder generar puestos de confianza, sabemos que estos puestos no tienen estabilidad en el empleo. No hay calidad moral para exigir y pedir que se respeten los derechos laborales de los trabajadores, porque ellos mismos no lo hacen”, señala la especialista.

En ese tenor, Fuentes Muñiz considera que es necesaria una reforma para regular los contratos de honorarios en el sector público y que prohíba la simulación de relaciones de trabajo en la iniciativa privada.

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