El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, retiró este jueves el interés del Gobierno por comprarle el Banco Nacional Mexicano (Banamex) al estadounidense CitiGroup, pero pidió a la próxima Administración considerar la adquisición.

El mandatario adjudicó la decisión de no adquirir el banco, tras el fracaso de la venta al sector privado en mayo pasado, a que su gestión está por terminar en 2024, cuando ya no puede reelegirse pero se prevé un posible triunfo de alguien de su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

“Ya no podemos, hablando con sinceridad y responsabilidad, ya no podemos con el tiempo. Sin embargo, un nuevo Gobierno sí podría hacerlo y no sería un mal negocio”, declaró en su rueda de prensa diaria.

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“No hay que descartar eso, un Gobierno que inicia, por ejemplo, tiene tiempo. Imaginen cuánto maneja el Gobierno en los bancos y hay que pagar comisiones y luego también en los bancos se pagan impuestos”, ahondó.

Sus declaraciones se producen tras reportes de la prensa internacional de que su Gobierno desistió en julio pasado de adquirir al menos una porción de las acciones de Banamex, considerado uno de los bancos más importantes del país.

Tras el fracaso de las negociaciones entre Citigroup y el magnante mexicano Germán Larrea en mayo pasado, el presidente había expresado su interés de destinar hasta 3.000 millones de dólares del Gobierno para adquirir un 50 % de Banamex y crear un gran banco estatal.

“Al principio sí teníamos nosotros interés en hacerlo porque considerábamos que era importante tener un banco del Gobierno, un banco para manejar todos los fondos, las cuentas gubernamentales, y ahorrarnos el pago de comisiones”, señaló ahora el mandatario.

La venta de CitiBanamex despertó interés desde su anuncio en enero de 2022 porque es el tercer mayor banco en México con el 12,9 % de los depósitos y el segundo en tarjetas de crédito, según datos de la agencia Moody’s.

La operación incluía la banca comercial y minorista, con más de 1.200 sucursales de Banamex, sus 23 millones de clientes y la colección de patrimonio artístico, algo que López Obrador esperaba que se quedase en manos mexicanas.

Pero el proceso se complicó después de que los principales contendientes abandonasen la compra, incluyendo al español banco Santander, el mexicano Banorte, el Grupo Inbursa del magnate Carlos Slim y, por último, Larrea del conglomerado Grupo México.

Pese a las fallidas negociaciones, López Obrador destacó ahora que el banco obtuvo beneficios por 20.000 millones de pesos (unos 1.176 millones de dólares) en 2022, lo que muestra la fortaleza del sistema bancario mexicano. 

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