El horario de verano se acerca y, para que no te agarre por sorpresa, a continuación te decimos cuántos días faltan para que se deban modificar los relojes analógicos. Esta medida busca que se dé un mayor ahorro de energía eléctrica, debido a que se extienden las horas de luz natural.
De acuerdo con lo previsto, el horario de verano iniciará desde el próximo domingo 3 de abril, por lo que faltan dos semanas o 14 días para que los habitantes de la Ciudad de México, Estado de México y otras entidades tengan que cambiar el horario de sus relojes y prevenirse en caso de que deban salir temprano.
Con la llegada del horario de verano, los relojes se deben adelantar una hora; aunque esto sólo aplica para todos aquellos mecanismos analógicos, por ejemplo: despertadores, relojes de pared, relojes de pulsera sin conectividad WiFi, entre otros. Es importante aclarar que los relojes de dispositivos inteligentes se cambian de manera automática al conectarse a internet.
Gracias a esta medida, el atardecer será alrededor de las 19:30 ó 20:00 horas, lo que permitirá a las personas ahorrar energía eléctrica al encender los focos un poco más tarde. Mientras que el amanecer también se dará más tarde de lo previsto en el horario de invierno.
Te puede interesar: Reforma energética detiene 50 mil mdd de inversión
¿Cuándo surgió el horario de verano y cómo te afecta?
Desde 1996, en México se implementó esta medida con el objetivo de aprovechar las horas de sol e incentivar un mayor ahorro de energía eléctrica; del mismo modo se busca emparejar los horarios entre México y Estados Unidos, para que no se vea afectado el comercio ni el turismo.
El horario de verano no aplica para 33 municipios de la franja fronteriza, Sonora y Quintana Roo. De acuerdo con cifras de 2017, esta medida permitió que se ahorrara lo equivalente a 7.78 millones de lámparas fluorescentes, según cálculos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Raúl Aguilar Roblero, investigador de Fisiología celular de la UNAM, afirma que el cambio al horario de verano (o de invierno) afecta los ciclos circadianos -ritmos de cambios físicos, emocionales y conductuales de una persona en 24 horas-, por lo que muchos se sienten agotados con esta medida.
