La economía mexicana avanza a un menor ritmo, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus mediciones anticipadas de indicadores clave de la producción de manufacturas, consumo y los servicios.

El Indicador IMEF Manufacturero de mayo registró una caída de 1.6 puntos con respecto al mes de abril de 2022, situándose en 50.8 unidades.

A pesar de esta disminución, este indicador ya acumula cuatro meses en zona de expansión y, junto con la cifra de abril, sugiere que el sector manufacturero se está expandiendo en el segundo trimestre de 2022, aunque a un menor ritmo.

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El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.

Por otro lado, durante mayo, el Indicador IMEF No Manufacturero se ubicó en 52.5 unidades, sumando así cuatro meses consecutivos por arriba del umbral de 50.0.

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Con excepción del componente de Entrega de Productos, el resto se mantienen en zona de expansión, lo que sugiere que la actividad económica No Manufacturera mantiene su buen desempeño en estos primeros meses del año.

Sin embargo, el IMEF ponderó también que en todos los componentes del Indicador se observó una disminución respecto al mes de abril.

Así, los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero del mes de mayo perdieron impulso respecto al mes anterior; no obstante, ambas cifras se mantuvieron en zona de expansión, acumulando ya cuatro meses consecutivos por arriba de esta referencia.

“Este resultado sugiere que la economía está expandiéndose, aunque a un menor ritmo. El entorno económico internacional y nacional continúan enfrentando un panorama altamente retador: inflaciones elevadas, riesgos geopolíticos, Covid-19 y afectaciones en las cadenas de suministro”, dijo el IMEF en su reporte mensual.

La economía mexicana ha podido sortear algunos de estos desafíos en los primeros meses de 2022, y los datos de alta frecuencia, como el Indicador IMEF, están anticipando en este momento un crecimiento económico en el segundo trimestre de 2022, aunque probablemente menor al registrado en el primer trimestre del año (1.0%).

El IMEF expuso que el mundo continúa enfrentando un panorama altamente retador, con una recuperación económica aún heterogénea entre países y sectores.

Adicionalmente, un sinnúmero de economías experimenta presiones inflacionarias no observadas en varias décadas.

Esto ha incrementado el riesgo de estanflación en varias regiones. La pandemia de Covid-19 sigue representando un riesgo sanitario y económico relevante, a pesar de los avances en la vacunación que han permitido una normalización parcial.

Sin embargo, las afectaciones en la cadena de suministro global y diversos cuellos de botella originados por el Coronavirus prevalecen, como es el caso de los nuevos confinamientos que se han experimentado en China en los últimos dos meses, teniendo como consecuencia disrupciones importantes en el comercio internacional y agudizando las presiones en los precios de materias primas.

En particular, México se ha visto obligado a sortear los diversos choques provenientes del panorama internacional. Hasta el momento, en los primeros meses del año la economía mexicana ha logrado ser resiliente, apoyada por un buen dinamismo de la economía de su principal socio comercial, estados Unidos.

El nivel de actividad económica en México todavía se encuentra por debajo de los niveles pre-Covid-19, por lo que el IMEF sigue observando, probablemente, una recuperación de algunos sectores que permanecen rezagados (por ejemplo, una reconfiguración del consumo privado entre mercancías y servicios), así como un comportamiento favorable del sector exportador.

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