El peor escenario posible para los inversores, un conflicto total en Oriente Medio, está comenzando a percibirse, lo que ha desatado un éxodo de capital desde los activos de riesgo a los refugios clásicos, encabezados una vez más por el dólar.

Israel dijo el viernes que había lanzado un ataque contra instalaciones nucleares y fábricas de misiles en Irán y que había matado a varios mandos militares en lo que podría ser una ofensiva larga para impedir que Teherán construya un arma atómica.

El petróleo, que representa aproximadamente el 30% de la demanda mundial de energía, se disparó -ganando casi un 14% en un momento dado- junto con el oro, mientras que los rendimientos de la deuda pública cayeron brevemente. Las acciones, aún cerca de máximos históricos, también bajaron, en especial las aerolíneas.

“Es una situación peligrosa”, dijo François Savary, director de inversiones de Genvil Wealth Management, en Ginebra. “Es una de esas situaciones en las que todo está bajo control y luego todo deja de estarlo”.

Irán es uno de los mayores exportadores de crudo del mundo y también está en el borde del estrecho de Ormuz, un punto de estrangulamiento crítico a través del cual fluye aproximadamente una quinta parte del consumo mundial diario y que Irán ha amenazado antes con cerrar en represalia a la presión occidental.

El presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que Irán, que prometió una dura respuesta, se había buscado el ataque al resistirse a las exigencias estadounidenses en las conversaciones para restringir su programa nuclear, y le instó a llegar a un acuerdo, “siendo los próximos ataques ya planeados aún más brutales”.

En los mercados, la atención volvió a centrarse en las implicaciones reales del conflicto.

Tanto los inversores como los bancos centrales se han estado debatiendo sobre la dirección que tomarán las tasas de interés a partir de ahora, dado el probable impacto al alza de los aranceles estadounidenses sobre los precios al consumo y el crecimiento.

Los ataques del viernes por parte de Israel se sumaron a ese dilema, por la consiguiente subida del precio del petróleo a máximos de cinco meses y medio.

Los bonos del Tesoro de Estados Unidos trataban de beneficiarse de la demanda por refugio, pero los rendimientos a 10 años cotizaban estables en torno al 4,36%.

EL DÓLAR REGRESA

El dólar, que durante semanas se ha llevado la peor parte de la aversión al riesgo de los inversores, volvió a asumir el papel de refugio por excelencia.

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