El fármaco Carbolit desapareció del anaquel. Ese medicamento, cuya sustancia activa es el carbonato de litio, dejó de ser surtido para que 18 mil farmacias, clínicas y consultorios para que sea recetado a pacientes con enfermedades mentales como bipolaridad, psicosis y otros males mentales.  

“(La inexistencia del Carbolit en los anaqueles) son por las declaraciones del gobierno federal respecto a la nacionalización del litio y porque hay restricciones en la importación de insumos para la fabricación de medicamentos de litio”, revela Oscar Zavala Martínez, presidente de la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc).

La escasez de litio perjudica a un gran sector de la población en México que requiere del elemento químico para preservar su salud, afirma el empresario mexiquense.

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El ser humano consume partículas del litio a través del agua de manantial, algo que ya no sucede en grandes metrópolis como la Ciudad de México —donde se bebe agua purificada, sin sales ni minerales—, expresa el médico.

El carbonato de litio de patente, como el Carbolit, así como el genérico es recetado para tratamientos de enfermedades relacionadas con trastornos de la conducta, del comportamiento y de la personalidad, explica Zavala Martínez.

“La falta de carbonato de litio en las farmacias comenzó a finales del 2021, no hubo en 2022 ni en lo que va de este año”, cuenta a Forbes México.

En ninguna farmacia ni pública ni privada hay existencia del carbonato de litio, ni de patente ni genérico, manifiesta.

“Teníamos la opción de adquirir el carbonato de litio a través de genérico, pero como no hay insumos de litio para la fabricación o producción, entonces es imposible la producción, la distribución y la dispensación en México por el momento”, declara el representante empresarial. 

México cuenta con yacimientos de litio y ante la creciente demanda a nivel global y el limitado número de países proveedores de este mineral, el 20 de abril de 2022 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador nacionalizó la industria del litio a través una reforma a la Ley Minera.

El presidente declaró “de utilidad pública” al litio, bajo la premisa de ser un recurso estratégico de seguridad energética para el país, atribuyendo al Estado la facultad de exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento de este mineral.

El 23 de agosto de 2022, Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, creó el organismo público Litio Mx, el cual se encargará de asociarse con el sector privado para la producción, transformación y distribución de productos derivados del litio.

El carbonato de litio para consumo humano requiere de un proceso bioquímico para fabricar el fármaco, así como de infraestructura para manufacturar el medicamento y no existe actualmente en México, expresa el presidente de Unifacc.

“No se puede consumir directamente el litio así como sale de la mina porque es tóxico y nefrotóxico al dañar el hígado y riñón. Aunque tengamos una mina de litio, el metal no es apto para el consumo humano”, asegura.

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¿Para qué sirve el carbonato de litio en el ser humano?

Los médicos recetan carbonato de litio oral como medicamento a pacientes con bipolaridad, hipocondriacos, con alteraciones de la conducta del comportamiento, como esquizofrenia, delirio y depresión. A ese tipo de pacientes se le llaman neurópatas y son los que se sabe que se requiere de litio.

El litio es un elemento fundamental en la comunicación entre las neuronas. Para que haya una comunicación entre una neurona y otra es importante de las proteínas (llamadas neurotransmisores) y para que se produzcan los neurotransmisores se requiere de litio. Por eso es importante el litio en la neurofisiología de todos los pacientes. Anteriormente se consumía a través del agua del agua de los manantiales, porque es un mineral, pero ahora que se bebe solo agua embotellada y ésta ya no contiene litio pues es baja en sales y minerales.

“El carbonato de litio no es un producto que sea de alta rotación, porque es un producto de especialidad y en las 18 mil farmacias privadas en México vendían entre una y tres piezas (o cajas) en cada sucursal al mes”, apunta Zavala Martínez.

El precio de cada caja del medicamento de carbonato de litio iba de los 300 pesos hasta los 500 pesos.

Las farmacias vendían y surtían entre 18 mil y 20 mil unidades de carbonato de litio al mes, por lo que los pacientes que usan el medicamento deben comprarlo en Estados Unidos o cualquier otro país para importarlo a México, añade el empresario.

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