Las entidades del país no cuentan con recursos ni con seguros suficientes para cubrir los daños derivados de huracanes, advirtió Moody’s México ante el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que prevé hasta 41 ciclones, de los cuales 20 podrían convertirse en huracanes.
“Ante eventos de gran magnitud y aún con el apoyo federal, las entidades registran presiones en el gasto y en la liquidez que pueden perdurar por varios años”, consideró.
El análisis sectorial de la firma puntualizó que Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios (LDF) establece que los estados deben constituir fideicomisos públicos fondeados con aportaciones anuales; sin embargo, señaló que las entidades realizan muy pocas contribuciones respecto al impacto de los desastres naturales en su territorio.
Moody’s recordó que el Gobierno brindaba recursos a los estados a través del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), pero al extinguirse, el Presupuesto de Egresos del país otorga los recursos para atender este tipo de eventos siempre y cuando un desastre haya sobrepasado su capacidad financiera.
En promedio, indicó, las reservas de los estados son de 78 millones de pesos, inferiores al 1% de sus ingresos operativos, sumado a que pocas entidades tienen seguros contra desastres.
“Dichas reservas no son suficientes para enfrentar algún desastre derivado por un huracán ya que en promedio éstos han generado daños por 1,700 millones de pesos entre 2010 y 2022 por evento, manteniendo una alta dependencia de recursos federales para hacer frente a la reconstrucción y apoyo a la población cuando ocurren desastres naturales”, anotó el análisis “Sub-soberanos: Estados con poco margen de maniobra ante huracanes”.
Detalló que Guerrero, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz, y Sinaloa son los estados que han sufrido más daños provocados por huracanes entre 2010 y 2022.
Añadió que las entidades más susceptibles a este tipo de desastres, como Guerrero y Oaxaca, tienen “niveles de desarrollo económico per cápita más bajo y flexibilidad financiera limitada”.
Moody’s indicó que los daños por desastres naturales pueden presionar aún más la liquidez y generar la contratación de créditos de corto plazo por parte de los estados para cubrir las necesidades inmediatas de la población.
“En el mediano plazo, pueden encontrarse obligados a tomar financiamientos para la reconstrucción de infraestructura y a observar impactos negativos en los ingresos propios, especialmente cuando estos fenómenos tienen repercusiones adversas en la actividad económica a nivel regional o local, lo cual hace aún más fuerte el impacto en las finanzas públicas”, concluyó.