La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, informó este viernes al Congreso de que, si no se alcanza un acuerdo que eleve o suspenda el techo de deuda, el gobierno puede incurrir en suspensión de pagos el próximo 5 de junio. 

En una carta dirigida al líder de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, Yellen elevó así en cuatro días la fecha que su departamento calcula para el fin de las reservas con las que cumplir con sus obligaciones de pago, e insistió en reclamar a los legisladores actuar “lo más pronto posible” para evitarlo. 

“Esperar hasta el último minuto para elevar el techo de deuda puede causar graves daños a los negocios y a la confianza de los consumidores”, agregó la economista.

Yellen recordó que su departamento tiene que desembolsar en los dos primeros días de junio 130 mil millones de dólares pagos a la Seguridad Social, los veteranos y los beneficiarios de Medicaid, el programa de sanidad del gobierno, lo que dejará las arcas “en un nivel de recursos extremadamente bajos”.

Y ese nivel, advirtió, no permitirá al Tesoro cumplir con obligaciones previstas en la semana del 5 de junio, como otro pago de 92 mil millones a la Seguridad Social y Medicaid. 

Si el Congreso no logra aumentar el techo de deuda para la fecha límite, subrayó la secretaria del Tesoro, las familias estadounidenses experimentarán “grandes dificultades, se perjudicará la posición global de Estados Unidos” y se levantarán dudas sobre la capacidad del país para proteger sus intereses de seguridad nacional. 

Las conversaciones entre los republicanos del Congreso y la Casa Blanca continuaron este viernes, sin anuncios oficiales de que hayan llegado aún a un compromiso. 

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, reclamó también este viernes un acuerdo cuanto antes. 

“Estamos deseando ver una resolución”, apuntó Georgieva, quien sugirió la posibilidad de que Estados Unidos elimine la norma por la que existe un techo de deuda para que no se produzcan escenarios como el actual.

Por su parte, el número dos del Tesoro, Wally Adeyemo, advirtió que no hay un “plan b” que permita a Estados Unidos seguir cumpliendo con sus compromisos financieros si llega el cinco de junio y las partes negociadoras no encuentran una solución. 

El jueves por la noche, varios medios estadounidenses, entre ellos el diario The New York Times, informaron de que fuentes cercanas a las conversaciones aseguraban que un acuerdo podría anunciarse pronto. 

El posible acuerdo elevaría el techo de deuda por dos años e impondría máximos al gasto discrecional del gobierno, excepto para asuntos militares o de los veteranos, adelantó el diario The New York Times.

A diferencia de la mayoría de los países, Estados Unidos solo puede pedir prestado hasta el límite que marca el Congreso —el techo de deuda—, lo que requiere un acuerdo legislativo cada vez que el país necesita elevarlo para hacer frente a sus deudas.

El actual techo de deuda, de 31.4 billones de dólares, se alcanzó en enero, y el país podría verse abocado a una suspensión de pagos tan pronto como el 1 de junio si demócratas y republicanos no alcanzan antes un acuerdo para elevarlo.

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