La tempestad de la pandemia viral en México está ocasionando un ancho río revuelto en el que acechan demasiados pescadores. Y los depredadores en ambas márgenes visten ropajes multicolores y utilizan los artilugios que les permite su ingenio y el descuido del pasmado aparato de gobierno. Los mercaderes buscan las mayores ganancias con el menor costo, y preferentemente, sin inversión alguna.

En este estado de cosas, la clase media es la más perjudicada. A los ricos no se les puede robar; y a los pobres no hay nada que robarles, por el contrario, a ellos, siempre se les tiene que apoyar. Pero la clase media es la preferida para quitarle recursos o bienes. Contra ellos han sido los robos, las extorsiones, cobros de piso y los secuestros. Lo dicen las estadísticas oficiales. 

Y en el río revuelto de este año, un preocupante asunto trata de fincarse de mala manera en la vida pública nacional. Lo ha estado alertando Ignacio Morales Lechuga, exprocurador general de la república y notario público de la capital del país (GRAVE AMENAZA A LA PROPIEDAD INMOBILIARIA). Como pocos especialistas, Morales Lechuga ha alertado a la sociedad mexicana del acecho a la propiedad privada, que pretenden llevar a modificaciones legales sobre el arrendamiento de inmuebles, los diputados del congreso de la Ciudad de México.

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Los señores legisladores quieren dejar en estado de indefensión a cientos de miles de arrendadores de esa entidad federativa, utilizando como pretexto a la epidemia de la Covid-19 y la precaria situación económica que trae aparejada. La idea o propuesta de los representantes populares, puede originar que los arrendatarios dejen de pagar la renta a los legítimos propietarios, utilizando mañosos argumentos para este irresponsable propósito, e ignorando las causas de fuerza mayor, que ya contempla el Código Civil, y que se enfocan a una renegociación del importe de la renta y a sus plazos de pago entre las partes.

Si esta pésima propuesta, detenida temporalmente por instrucciones de Claudia Sheinbaum, llegara a prosperar, desalentaría el arrendamiento de inmuebles como forma de inversión, tan utilizada por la clase media nacional para capitalizarse. Y el sector de la construcción perdería una socorrida fuente de trabajo. O es que acaso se trata de apresurar la pauperización de la clase media, con intención de desaparecerla y acallarla definitivamente. Recordemos que este sector de la población ha sido en todos los tiempos, el más fuerte crítico del gobierno.

Pero no solo en CDMX se acecha a la propiedad privada. A unos kilómetros de la ciudad de Xalapa, en pleno Pueblo Mágico de Coatepec, un grupo de seudo activistas campesinos, aparentemente apapachados por el gobierno federal (la SEDATU), ha cumplido un año invadiendo una propiedad privada ubicada en una zona con reconocida riqueza ambiental, generadora de agua pura y cristalina en una de las pocas regiones de bosque de niebla que quedan en México. Un manchón de bosque mesófilo de montaña, inscrito en un fideicomiso que les otorga a sus propietarios, un modesto pago por servicios ambientales desde hace varios años, con el compromiso de que destinen el inmueble exclusivamente a la preservación de los recursos naturales.

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En Coatepec, la población entera ha enarbolado las banderas ecologistas y las de los derechos humanos al patrimonio legítimamente adquirido, para defender el uso ambiental del predio invadido y evitar la infame lotificación del inmueble y la amenaza de una dotación de tierras por dos mil hectáreas, que con sospecha de connivencia entre funcionarios y dirigentes, pende sobre predios adyacentes y perjudicaría a 500 propietarios que cuentan con sus escrituras y pagan oportunamente sus impuestos prediales. 

El ataque a las disposiciones ambientales y a la propiedad privada no puede ser favorecido a ojos cerrados desde instancias gubernamentales. La corrupción se da por impericia en la función pública, pero también por acción, o por omisión. Así lo dictan las leyes anticorrupción del país. 

¿Será que en estos dos casos hay demasiadas manos sucias y no pocas mentes perversas? 

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