El triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador se adelantó desde el 16 de enero pasado en el editorial JULIO 2018: EL SISTEMA YA ELIGIÓ PRESIDENTE. Con el convencimiento de que así ocurriría, ese día en Palabras Claras se señalaron varias cosas, entre ellas las siguientes:

“Y pareciera que el tabasqueño logró sacudir tanto al sistema, que éste decidió en favor del Peje, para que ocupe la silla mayor del Palacio Nacional este mismo año…Con ese objetivo, primero creó el partido MORENA.”

“Acto seguido, el sistema echó a perder al PAN, el principal partido opositor…Se fueron sus más importantes actores –Margarita Zavala y otros— a aventurarse por otros lados, y dejaron al frente de lo que quedó, a un aventurero ambicioso que tuvo que formar otro frente con otros aventureros ya fraccionados. Por el lado del PRD, envió las señales de humo adecuadas para mandar en distintas direcciones a las tribus y caciques que le daban sustento.”

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“El sistema también pulverizó al PRI…Antes empujó a sus imberbes gobernantes puestos a modo, a que se llenaran de lodo, permitiéndoles robar escandalosamente. De todo ese corrompido mejunje, sólo quedaron tres despintados colores en los que envolvieron a un dispuesto candidato venido de otras tierras políticas, pero sin mayor poder de convocatoria.”

“Y dentro de este conjunto de hechos, el sistema—en el que todos estamos, por gusto o por conveniencia—nos mostró al nuevo mesías, que irremisiblemente debía unirse a ellos y a nosotros, si quería ganar. Por eso López Obrador, ha cobijado a todos con el mismo cariño e interés, sean militantes y adeptos ciegos o convencidos; sean empresarios, políticos venidos de todos los partidos, intelectuales exorgánicos, pensadores independientes, periodistas afines o prófugos del sistema, delincuentes de cuello blanco…”

“Como puede comprobarse, Andrés Manuel López Obrador aprendió a bailar, luego de dos fallidos intentos por hacerse de la presidencia…Con suficiente galanura y desenvolvimiento, baila como los astros que gobiernan México: los económicos, los políticos, los ciudadanos urbanos y campiranos y los votantes fieles o no, y además todos aquellos que aparezcan en su ruta.”

Posteriormente, durante aquellos días previos a los debates presidenciales, en los que se hablaba mucho del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, abordamos el tema en el editorial DEBATE Y ARREBATE. El día 20 de abril se dijo lo siguiente:

“Lo más importante ha sido en torno al discutidísimo tema del nuevo aeropuerto…La salida de Carlos Slim a los medios y su “aparente” distanciamiento de López Obrador.”

“Veamos este escenario, Las cambiantes declaraciones del Peje sobre el aeropuerto, hacen pensar que el fondo no es, si se concluye o se detiene la construcción. Más bien, el quiddel asunto, tiene que ver con empujar el financiamiento y la concesión a las exclusivas manos de Slim y los grupos asociados a la obra. Algo así como un “me opongo a que el Estado invierta en esa obra; es mejor que la financie Slim y los grupos interesados.”

La excelente explicación técnica que ayer dio el ingeniero Agustín Basilio de la Vega en el noticiero “Lo que hay en Palabras Claras” que produce el Grupo NORESTE, y los constantes cambios de ruta que está mostrando el Presidente Electo, ayudan a normar criterio sobre lo que puede suceder respecto al futuro de esa magna obra en proceso. Faltará ver si los intereses en juego, los multimillonarios recursos invertidos allí y la anunciada “consulta” nacional sobre el aeropuerto, confirman la apreciación que esta Casa ha tenido al respecto.

Que el binomio Slim-López Obrador sigue más vivo que nunca (¿y que Salinas de Gortari es factótum?).

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