Desde hace más de 50 años, Veracruz junto a Oaxaca, Guerrero y Chiapas, son las entidades federativas que aparecen en los 4 últimos lugares en pobreza y marginación en México. Y los persistentes niveles de desempleo e inseguridad están obligando a emigrar a miles de personas a los Estados Unidos y desde hace algunas décadas también a Canadá.
Por eso no es exagerado afirmar que el desarrollo social y el bienestar de los veracruzanos ha sido fuertemente apoyado por los recursos que esos migrantes envían mes a mes a sus familias. Tan sólo de 2010 a la fecha, ellos han enviado a Veracruz más de 13 mil millones de dólares (alrededor de 260 mil millones de pesos), recursos que en la mayoría de los casos se utilizan para mejorar las condiciones de vida de miles de familias jarochas.
A estos migrantes que hacen a Veracruz el noveno estado receptor de remesas, la sociedad estatal les debe que haya movimiento de recursos monetarios, crecimiento y progreso en comunidades y ciudades. Y por fortuna, el Banco de México ha informado que también en 2021 se recibieron con un incremento del 27 por ciento respecto al 2020. Se sabe que gran parte de esos recursos provienen de los apoyos extraordinarios que las autoridades de esos países otorgan a la población para mitigar las afectaciones ocasionadas por la pandemia de COVID-19.
Se ha criticado que el presidente López Obrador utiliza la información de las remesas con expresiones de triunfo o de logro de la 4T, sin embargo, esas transferencias monetarias indican que los connacionales debieron ir a buscar empleo y desarrollo más allá de sus fronteras, realizando actividades laborales que los estadounidenses no quieren o detestan: labores agropecuarias, de limpieza de hogares y de construcción y mantenimiento de viviendas, entre otras.
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Para tener una idea de esta situación, basta informar que en el año 2020 el estado de Veracruz recibió 1,614 millones de dólares por concepto de remesas, los que beneficiaron a 84,568 hogares (el 3.5% del total). Los municipios que recibieron más millones de dólares fueron: Xalapa (98), Orizaba (87), Veracruz (85), Córdoba (70), San Andrés Tuxtla (61), Martínez de la Torre (58), Minatitlán (44), Poza Rica (43), Tierra Blanca (40) y Misantla (38 millones de dólares).
Un esfuerzo de veracruzanos que han debido salir de su tierra en busca de mejores oportunidades de vida, desvinculándose de su entorno y de su familia y exponiéndose a los diversos cambios y adversidades, sufriendo problemas de adaptación lejos de los suyos.
Tristemente, las deficiencias sistémicas de lo que pomposamente llamamos “justicia social”, “bienestar”, “desarrollo” y “transformación”.
