Un mortal accidente automovilístico ocurrido el sábado por la noche en una carretera rural en el municipio de Las Choapas, donde murió el esposo de la exdiputada Eva Cadena, nos regresa a un cercano pleito de poder en el sur de Veracruz, iniciado entre mujeres destacadas del partido morenista.

Esa confrontación interna donde sale a relucir la exlegisladora, se ha llegado a afirmar que fue aprovechada por el entonces panismo gobernante para desacreditar a AMLO mediante videos incriminatorios.

En editorial reciente se afirmó que la oposición veracruzana se encuentra en situación de pobreza y que hasta el momento se expresa únicamente con balbuceos. 

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Y se podría agregar que la menos débil de las oposiciones políticas es la del panismo azul del estero de Boca de Río. Y también, que la confrontación que se lleva a cabo en estos días entre Pepe Mancha y El Chapito Guzmán se inscribe en uno de los capítulos de la lucha de titanes en Veracruz, una sabrosa contienda entre el retador Miguel Ángel Yunes Linares y el poderoso mandatario nacional.

Ya después se verá si el PRI logra lavarse la cara y organizar algún tipo de oposición decorosa, que también pueda hacer ruido en los procesos electorales venideros. Pasada la debacle del primero de julio de 2018, lo único que se ve en el partido tricolor no es más que suciedad agobiante y escasez de ideas para regenerarse.

Pero aun así, los odios políticos se manifiestan con toda su fuerza. Recordemos los persistentes intentos de Yunes Linares, los viejos y los nuevos, para hacer labor mediática y discursiva en contra de Andrés Manuel, cuando era candidato a la presidencia, y en estos días, aquella que mantiene sistemáticamente en contra del triunfante ejecutivo federal. Es tanta la fijación en su persona, que ahora se murmura en el sentido de que el grupo panista de El Chapito tantoyuquense, está siendo tripulado por la convincente magia del morenismo nacional.

Pero en el tema de los odios, el rencor femenino no tiene parangón. Y este negativo sentimiento de la naturaleza humana es lo que cuentan que originó aquel delicado conflicto en la cúpula morenista. Dos mujeres de la zona sur veracruzana, Rocío Nahle y Eva Cadena, midieron fuerzas para utilizar en la campaña de Andrés Manuel algunos recursos económicos de la fracción legislativa del congreso veracruzano. 

Como Eva no estuvo de acuerdo en la instrucción recibida a través de Amado Cruz Malpica, Rocío “organizo” unas filmaciones en las que algunos empresarios entregan fondos económicos “para la campaña de López Obrador”. 

Se dieron a conocer esos video escándalos, y el primer perjudicado fue el propio candidato presidencial. Aunque también la protagonista Eva, a quien acusan de haber inmiscuido a Yunes Linares en esos movimientos traicioneros. Después corren a Cadena del partido MORENA, y ella publica un libro sobre el truculento caso, obra que entrega adecuadamente dedicada a AMLO en propia mano, para explicarle -al estilo Niurka- la única verdad. Cabe recordar que esa última acción reivindicativa de Eva fue en su momento menospreciada por el entonces senador Zoe Robledo, ahora consentido director del IMSS. 

Y con estos antecedentes, volvamos al accidente carretero mencionado y a la mortal víctima que cayó con su vehículo a un barranco. De acuerdo con la información periodística, el esposo de Eva Cadena pierde la vida conduciendo una camioneta golpeada por el camión carguero. A partir del funesto hecho, la exdiputada local culpa al conductor, quien a su vez es liberado y ayudado a huir por su protector hermano, el delegado de tránsito en Las Choapas. 

El funcionario y su familia, según la misma información, son originarios de Cerro de Nanchital, un poblado de ese municipio colindante con Tabasco, congregación donde también nació Esteban Ramírez Zepeta actual titular de la Oficina del Gobernador veracruzano, y quien supuestamente recomendó en el cargo al delegado de tránsito que incurrió en omisión del deber legal.

Como coincidencia preocupante, en octubre de 2017, allí en Las Choapas, fue baleado en su vehículo uno de los hijos de la entonces legisladora, quien acusó todo un complot para presionarla y asustarla.

Una novela negra con escenarios choapenses, que sirve para ejemplificar la espeluznante lucha de titanes que se vive en Veracruz, donde hay aciertos y errores, premios y castigos, amores generosos y odios terribles.

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