El gobierno federal y la concesionaria portuguesa Mota-Engil están por inaugurar el segundo tramo de la autopista Tuxpan-Tampico, terminado desde octubre pasado, y cuya entrada en operación fue pospuesta inexplicablemente. Sin embargo, los viajeros que han transitado esa vía abierta hace poco menos de un mes se quejan del alto costo de los peajes.

Pero el serio enojo de camioneros, comerciantes y pobladores de la zona, enturbia ese evento oficial al que ha sido invitado el gobernador. El tramo entre Alto El Moralito y Llano de Bustos (28 kilómetros), sumamente atrasado en los trabajos de reparación asfáltica, se encuentra en condiciones muy lamentables, ocasionando accidentes, grandes demoras y retrasos entre Ozuluama y Tampico. De tal suerte que se pierden hasta 40 minutos porque solo se puede avanzar a vuelta de rueda y en esa parte el tráfico suele congestionarse en determinadas horas.

Esta circunstancia ha provocado desagradables y exagerados insultos al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, reproducidos por miles en las redes sociales de la zona norte de Veracruz y otras regiones. Y el problema se vuelve mayor debido a que desde Tuxpan hasta el Río Pánuco, la gente siente que es mal atendida por sus autoridades de la capital del estado.

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Mientras eso ocurre en la olvidada huasteca, Cuitláhuac inició el año anunciando un Festival Olmeca para darle alegría al sur de Veracruz. En Xalapa, lo que fue el Museo Interactivo Xalapa (MIX), después de haberlo cerrado, recibe una manita de gato para reinaugurarse con otro nombre al gusto de la Cuarta Transformación. 

Desde luego, los problemas álgidos de Veracruz, como son la salud, la seguridad pública y otros más, seguirán como hasta ahora, justificándose con el argumento preferido: la culpa es de los que estaban antes. Siguen la desaparición de personas, los feminicidios, el cobro de piso y los secuestros, junto a la novedosa forma de afectar a los comerciantes: el ya famoso “cortinazo” a los negocios, como ocurre en Coatzacoalcos, donde ni las promesas de López Obrador, ni la Guardia Nacional, ni Seguridad Pública logran tener avance importante. Toda una región en manos de la delincuencia.

En días pasados trascendió que la población molesta del municipio de Soledad Atzompa, retuvo por seis horas al gobernador y a sus funcionarios para conseguir el cumplimiento de ofrecimientos y compromisos contraídos con las comunidades. Por lo que se observa, se está haciendo costumbre el reclamo airado y grosero contra el mandatario veracruzano, lo cual es preocupante y deberían atender con guantes de seda.

Pero vienen tiempos de relajación para calmar el arduo trabajo y los disgustos. El carnaval de Veracruz, el Festival de la Salsa, la Cumbre Tajín y el nuevo festejo Olmeca disiparán cualquier tipo de preocupación que la sociedad pretenda endilgarle a Cuitláhuac García.

La culpa de los otros, el festejo distractor y el reclamo social por inacción o irresponsabilidad, serán constantes en este 2020. No se ve otra cosa en el horizonte.

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