Durante la conferencia mañanera del día de ayer, el presidente López Obrador informó que esta misma semana la ciudad de Xalapa se convertirá en la sede de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). El organismo federal dejará la comodidad de la capital del país para descentralizarse hacia este municipio veracruzano.

Es pertinente recordar que desde que ocurrió el triunfo de MORENA en los comicios de julio de 2018, Andrés Manuel, ya en su carácter de presidente electo, comenzó a hablar de realizar un proceso de descentralización de las dependencias federales con el fin de provocar un mayor desarrollo en diferentes entidades federativas. Hasta ahora, la SEP se ha movilizado parcialmente a Puebla y la Secretaría de Energía ha hecho lo propio al estado de Tabasco.

Desde esa época y ya como gobernador electo, Cuitláhuac García propuso que la CONAGUA se asentara en el municipio de Emiliano Zapata y no en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, como se contemplaba originalmente, en consideración a la cercanía del primer municipio con los aeropuertos (el Heriberto Jara y el de El Lencero) y con el centro del poder administrativo y político del estado.

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También debe recordarse que el 23 de marzo de 2019, hubo una serie de incendios en el edificio principal de la Comisión, que se localiza en la avenida Insurgentes en la alcaldía de Coyoacán, y que por graves daños en instalaciones tuvo que ser sujeto a peritajes diversos que obligaron a establecer domicilios provisionales de algunas de sus áreas principales.

Lo que debe tenerse en cuenta en Xalapa y su zona metropolitana, a la que pertenece Emiliano Zapata, es que la llegada masiva de trabajadores y sus familias -afirman que son más de 2,500 empleados que representan a cerca de 12 mil personas más para estos centros urbanos- impactarán los servicios públicos, educativos, culturales, deportivos, sociales y comerciales en la región central de Veracruz.

En Emiliano Zapata existe el mayor crecimiento habitacional de la zona, situación que podría ser aprovechada para promover las viviendas recién construidas en diversos fraccionamientos. Pero paralelamente tendría que asegurarse el suministro suficiente de agua potable, verdadero talón de Aquiles que sufren los empresarios que han invertido en esos desarrollos. También se requerirá modernizar las vías de comunicación y los servicios de transportación terrestre, que resultarían obsoletos para los nuevos y exigentes pasajeros.

Ojalá que la llegada de Conagua al estado que cuenta con la tercera parte de los recursos hídricos del país, sirva para asegurar adecuados suministros de agua potable y mejores infraestructuras de saneamiento a ciudades con déficits en estos servicios, como sucede con Xalapa, cuyo líquido vital debe traerse desde Puebla. 

Por el lado del crecimiento y el bienestar, debe reconocerse que la llegada de las oficinas centrales, de estos nuevos habitantes y sus ingresos mensuales asegurados, servirá para reactivar la agobiada economía de toda esta región. 

Ojalá y que las autoridades municipales de la zona metropolitana aprovechen esta coyuntura administrativa y el entusiasmo descentralizador del presidente de la república para gestionar con la federación mayores recursos del Fondo Metropolitano.

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