La inesperada visita de las actrices, productoras y directoras Angelina Jolie y Salma Hayek, ha sido motivo de algunas especulaciones y muchos comentarios en redes sociales. Las famosas estrellas del cine internacional durmieron en Boca del río, desayunaron en La Parroquia, pasearon en la playa de Chachalacas y sostuvieron una reunión privada con la gobernadora del estado.
Pero para ser claros, debe tenerse en cuenta que estas estrellas cobran por cada segundo de su tiempo, que son empresarias del cine y los espectáculos, y que, si hicieron un viaje de dos días a Veracruz, no fue por simple momento de relax o turismo barato, sino porque algo grande y provechoso tienen entre manos.
Estas estrellas del cine hicieron recordar la actuación de Luciano Pavarotti en Coatzacoalcos, la noche en que Miguel Alemán inauguró el Teatro y Centro de Convenciones en noviembre de 2004, días antes de concluir su gestión gubernamental.
En un sorpresivo augurio en breves palabras, ese día el tenor italiano celebró la extraordinaria acústica del recinto, cantó Veracruz de Agustín Lara y después fue a cenarse un pollo completo en el hotel Terranova. Y cuentan que por ese evento de hora y media, el italiano cobró un millón de dólares.
Quizá hubiera alguna coincidencia entre el exgobernador Alemán y Rocío Nahle, por su tendencia a pensar en grande para impulsar al estado a niveles mayores. Porque eso es lo que reflejan los eslóganes nahlistas “Por amor a Veracruz” y “Veracruz está de moda”.
Y en torno a ello, habría que pensar el acertado tino que ha tenido la ingeniera Nahle, quien supo leer y aprovechar brillantemente el pensamiento y las ambiciones de su creador político. Porque el tema de Dos Bocas y hasta la gubernatura actual para ella, fueron prioridades y metas de López Obrador. Sin él, ambas cosas no existirían.
Rocío Nahle supo acercarse a AMLO desde sus primeros años en la política. Ella y Claudia Sheinbaum ocuparon y ocupan los sitios de honor del obradorismo. Y ninguna de las dos ha dejado de leer y releer sus mandamientos y sus deseos, a los que gustosas se prestan a ojos cerrados.
El regreso triunfal de Salma Hayek a su tierra veracruzana (por haber nacido en Coatzacoalcos), después de haber ingresado en la élite cinematográfica y empresarial del orbe, con seguridad es el inicio de algún proyecto importante. Ella no vino sólo a placearse, porque su tiempo se cuenta en euros, y tampoco vino sólo a saludar a la gobernadora.
Quizá aproveche los legítimos sueños de grandeza de la mandataria y haga una película en el estado, que bien podría ser la historia de Las Patronas ayudadoras de migrantes viajeros en el tren La Bestia (mujeres premiadas por la Corona en España), o la truculenta historia de las decenas de mujeres desaparecidas en esta entidad, o quizá, la actriz casada con un multimillonario francés ya sea la imagen oficial de Veracruz, próxima a verse en todo el mundo.
O por qué no, quizá entre las tres mujeres de esta historia editorial, ya hubiera la idea de aprovechar su riqueza natural y las fortalezas del trío para pensar a esta entidad como la nueva Meca del Cine Mundial.
Veracruz necesita fuentes de empleo y turismo multiplicador de la economía. Rocío Nahle suele tener buen tino, mirada alta y el saber estar y aferrarse en sus tareas y objetivos, además de una evidente habilidad para la ficción y las más intrincadas e intrigantes historias.
No olvidemos que en su segundo mes en el cargo, con una buena y emocionada comitiva se fue a España para promover turísticamente a Veracruz. Y es muy probable que por aquellas tierras, hubiera podido plantear personalmente algún estratégico proyecto a su paisana Salma y que este ve sus primeros frutos desde la semana pasada.
¿Será que en Veracruz tendremos a la meca del cine mundial?










