Prácticamente desde el inicio del cómputo ayer domingo en la noche, los resultados electorales del PREP fueron mostrando que el país y Veracruz entero se pintaron de guinda. A las ocho de la noche Televisa y los principales medios de comunicación comenzaron a señalar el triunfo de casi todos los candidatos morenistas, empezando por la presidencia de la república y varias gubernaturas, entre ellas la de este estado del Golfo de México, donde Rocío Nahle había deslizado al medio día que vendría a Xalapa a recibir los resultados de la elección. 

La oposición veracruzana entendió desde esa hora que sus esfuerzos por modificar la situación política en Veracruz no habían sido suficientes para vencer la marejada morenista dirigida meticulosamente desde el palacio nacional. El INE y el OPLE fueron contabilizando votos y actas y mostrando las estadísticas que nunca fueron favorables a los seguidores de la coalición PAN-PRI-PRD.

Una victoria para López Obrador, “haiga sido como haiga sido”, para beneplácito de la población que periódicamente recibe las entregas de recursos “que les manda Andrés Manuel”. En el palacio de gobierno frente a catedral, comenzaron a festinar los resultados y Cuitlahuac a pensar el cargo que tendrá junto a Claudia, a quien apoyó desde que el presidente se lo indicó.   

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Atrás quedaron los reportes e informaciones sobre la elección del día de ayer, que fue amplia y sorprendente por la participación de los votantes en las urnas, a pesar de los altos índices de violencia en todo el país. Las redes sociales se comenzaron a manifestar alrededor de las seis de la tarde, mostrando el triunfalismo de los partidarios de prácticamente todos los colores, como evocando un extraño e inesperado Todos ganan al estilo del popular juego de la pirinola.

Un poco después comenzó el pronunciamiento de los directivos de partidos y de los propios candidatos y candidatas, semejante en el triunfalismo a lo observado en las benditas redes sociales, coloreadas de un raro optimismo generalizado, pero imposible en una competencia donde sólo un partido puede ganar en cada posición en juego. Uno de los más evidentes fue el líder morenista Mario Delgado quien aprovechó la apabullante plataforma obradorista para hablar apresuradamente de un carro completo. En Veracruz, el cómputo de votos arrancó con serias acusaciones de irregularidades por los representantes de todos los partidos|. 

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez también se dijeron triunfadoras cuando caía el sol. En Veracruz Rocío Nahle y Pepe Yunes se erigieron como ganadores antes de las siete de la noche, cuando el PREP iniciaba sus operaciones. Lo que se vio y escuchó al concluir la votación, hizo recordar mucho aquella exigencia ciudadana del “Voto por voto y Casilla por Casilla” de años anteriores, y también movió a pensar que estas elecciones podrían resolverse en los tribunales. 

Algo que resultó igual de sospechoso que las encuestas diarias de estos más de cinco años, publicadas de manera prolija y siempre a favor del oficialismo, fue ayer por la noche la salida en batería de varios medios de comunicación, informando con inquietante sesgo, los adelantados triunfos de varios candidatos o candidatas, uno de ellos el caso de Rocío Nahle. 

Ya se verá en los días siguientes cómo se desgranan los resultados oficiales del INE y del OPLE veracruzano y de otras entidades federativas, que hasta la madrugada continuaban siendo favorables en más de un 50% a las fórmulas morenistas y al palacio nacional. Todo indica que por lo que corresponde a Veracruz, todo favorece a Rocio Nahle para la gubernatura y que la ganadora principal es Claudia Sheinbaum, ya felicitada desde el extranjero por algunos mandatarios.

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