Tal como lo ha publicado este portal noticioso en varias ocasiones, se comprueba que Indira Rosales San Román, exsecretaria de desarrollo social estatal y ahora candidata al senado por la vía plurinominal, tiene una gran proyección dentro de los esquemas de poder de la azulada dinastía Yunes.

En el editorial INDIRA Y LOS POBRES, publicado en diciembre de 2016, se dijo que ella fue la primera secretaria del gabinete de Yunes Linares que anunció fuertes recursos presupuestales para un ambicioso programa que realizaría miles de encuestas en los municipios a través del Modelo de Atención Social (MAS), que se esperaba que no fuera más de lo mismo, en referencia al fallido programa Adelante del gobierno anterior.

Meses después, el programa tuvo un nombre y cientos de operadores en toda la administración y en todo el territorio estatal: así nació Veracruz cuenta contigo. Con esa estrategia, mayoritariamente asistencial y con miles de despensas entregadas dentro de bonitas y bien diseñadas cajitas de cartón, mucho se ha hecho y deshecho en el tema político electoral y en el obligado asunto del apoyo a los veracruzanos más necesitados, que se cuentan por millones.

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La semana pasada se definieron las candidaturas plurinominales en el PAN para la elección 2018. Indira Rosales fue colocada en la tercera posición, quitándole espacio a prominentes panistas de estatura nacional, como ya señalaron casi todos los analistas políticos del país.

Y este hecho ha dejado varias preguntas, respecto a las razones por las que la exsecretaria yunista pudo alcanzar la posición con el respaldo absoluto del candidato presidencial Ricardo Anaya y sus dóciles socios del frente político que comanda.

El apoyo de Anaya a Yunes Linares, no puede ser más que una contraprestación política: “yo te apoyo en lo que me pidas, porque tú me apoyarás en todo lo que necesite para ganar Veracruz”. La pregunta es si, como se ha estilado en todas las contiendas, incluye monetario y altas cifras de votos. La respuesta la dejamos al libre criterio de quien nos lea.

Y en el hecho de que Indira haya alcanzado la tercera posición que le asegura una senaduría, esto puede obedecer a que ella podría ser la propuesta sucesoria de Miguel Ángel Yunes Márquez, para el caso de que éste gane la elección para gobernador en julio próximo.

Si así fuera, se daría una posibilidad de que la cuidadosa dinastía Yunes pudiera mantener la gubernatura por muchos años más, y si las cosas se dieran en ese sentido, podrían incorporar a Fernando Yunes Márquez como candidato a gobernador después de ella, y de ese modo, hacer realidad la ficción soñada por muchos panistas del estero, referida también en Palabras Claras.

Que Anaya necesita recursos económicos y votos para mover su campaña presidencial, es un hecho incuestionable. Y de que Yunes Linares, querría mantener por muchos años su hierro político, beneficiando a su estirpe y amigos de casa, nadie tiene duda. Por eso, Indira sería el secreto mejor guardado para cumplir esos afanes yunistas de mantenerse en el poder por largo tiempo.

Pero esa estrategia tendrá que cuidarse con meticuloso esmero. No sea que una vez que ella se separe definitivamente de SEDESOL estatal, y antes de colocarse en la ansiada curul de la cámara alta, o después de ello, alguien venga a decirnos que los fondos presupuestarios usados para comprar despensas, se aplicaron al margen de la normatividad. Ojalá y toda esa enorme compra de apoyos asistenciales se haya realizado exclusivamente con recursos estatales, de esos que no hacen tanto ruido.

El secreto mejor guardado, aparte de los que cuide la propia Indira, será si ese respaldo a la senaduría está sustentado en una fuerte cifra económica a la campaña del candidato maravilla. Desde luego, mucho tiene que ver en ese índigo objetivo, el que Anaya resulte presidente de la república.

Veamos, también, si las circunstancias políticas y económicas hacen posible el secreto sueño de Indira para convertirse en la primera gobernadora de Veracruz. No importa que lo consiga atada a los pies de los prohombres del estero.

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