Un gran espectacular en la avenida Arco Sur en la ciudad de Xalapa muestra que la austeridad andresiana no ha alcanzado al proyecto con el que el senador Julen Rementería busca convertirse en gobernador de Veracruz. El anuncio publicitario a diez metros de altura habla de dos cosas: una, el aviso de su informe anual (que se realizaría en la ciudad de Boca del Río la semana anterior), y la otra, la socarrona promesa de que dirá adónde va el dinero de los mexicanos.

Se comprueba que el panista, olvidadizo en las aclaraciones propias, trae ahora una repentina obsesión por las cuentas de los otros. Porque en su trayectoria pegada a la ubre presupuestal, la transparencia y la honestidad no han sido precisamente lo suyo. Los porteños que no olvidan, recordarán sus opacidades y las traiciones políticas con las huestes azules y la amañada imposición de su cachorro Bingen para transformarlo en diputado local exprés, menospreciando largas y esforzadas carreras partidistas. 

No obstante, la obsesión del 2019 llega con su voz al Senado de la República. El vasco jarocho porta con cinismo la guayabera anticorrupción y presenta iniciativas o propuestas legislativas para que nadie ose continuar corrompiendo a las instituciones del país. Y para que sus paisanos vean que va en serio, ha sido el primero en cumplir con la puntual asistencia a las extenuantes sesiones del Senado; para confirmar su posición, el hombre critica con su acostumbrada estridencia e ignorancia las acciones del presidente de la república.

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Julen prefiere creer que los veracruzanos son de memoria corta. Que su nocturna alianza con Pepe Mancha—aquella de los 55 millones de pesos vía contratos irregulares—no mancilló la blancura de los íntimos ropajes. Que en la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas que le prestó Yunes Linares, no existe mugre suya que deba ser lavada. Y que, como exsecretario de esa dependencia, no dejó pendientes comprobatorios y pésimas obras carreteras. 

El senador no da importancia a que por su incompetencia ingenieril, su obra estelar—la pavimentación con concreto de la autopista Xalapa-Coatepec—se hubiera convertido en una carretera corriente y sumamente peligrosa para los viajeros, debido a que cualquier llovizna hace que el camino se convierta en un pavimento resbaloso y causante de constantes y trágicos accidentes que provocan además altos costos de reparación de vehículos. 

Las irregularidades, excesos legales y abusos cometidos por los excolaboradores del senador y aspirante a gobernador, se han vuelto motivo de auditorías no satisfechas y denuncias legales, como las que se siguen contra varios de los que estuvieron con él, entre ellos aquel oscuro personaje que fungió como responsable de proyectos, programación y presupuesto.  

Pepe Mancha fue derrotado y despojado del liderazgo del PAN en Veracruz, gracias al Chapito Guzmán, mientras Julen Rementería sigue guardando y acumulando suciedad. Pero ni con esos inconvenientes quiere desistir del sueño familiar para hacerse del gobierno del estado de Veracruz.

Quedan años para la elección y tiempo suficiente para desmancharse, afirma convencido y retador. Pero sobran evidencias en su contra, sostienen sus opositores y rencorosos malquerientes.

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