Durante las últimas semanas el portal Palabras Claras ha ido presentando las posibilidades políticas de los diversos personajes que se mencionan como prospectos a la gubernatura en el año 2024. Este lunes corresponde el turno a Ricardo Ahued Bardahuil, el presidente municipal de Xalapa, segundo municipio más poblado y capital del estado de Veracruz.
Ahued Bardahuil reside en esta ciudad desde niño y proviene de una respetable familia de empresarios en el ramo del comercio. Es la segunda ocasión que preside el ayuntamiento xalapeño; ha sido diputado local y federal, así como senador de la república y director general de aduanas. El primero de enero, hace un poco más de cinco meses, tomo posesión del cargo edilicio.
Su carrera política la ha desarrollado en este siglo en el PRI y, desde 2017, en el partido Morena. El cambio de colores políticos no ha afectado la opinión positiva que de él tiene la población veracruzana. En el centro del estado es uno de los más fuertes prospectos a la gubernatura y, hasta el momento, jamás ha sido señalado por cuestiones de corrupción o irresponsabilidad en la función pública. Su habilidad de negociación, el cumplimiento de la palabra son otras virtudes que le hacen resaltar como rara avis en el escenario político nacional y estatal.
El empresario y habilidoso político, por ahora, tendrá que vigilar de cerca a unos cuantos colaboradores incrustados en el ayuntamiento -desde el palacio de gobierno- que arrastran cobijas tenebrosas, hediondas y corruptas, además del grupo de funcionarios sin experiencia en la función pública, que en cualquier momento pudieran manchar su buena imagen.
Nació en Pachuca, Hidalgo, y por esa razón, sería necesario modificar la constitución veracruzana para que pudiera ser candidato a la gubernatura. Pero esta problemática legal la comparte con dos prospectos más a la candidatura a gobernador por Morena, que tampoco nacieron en Veracruz: Rocío Nahle, la secretaria de energía, nacida en Zacatecas, y Manuel Huerta-nacido en la Ciudad de México- el súper delegado de los programas federales en la entidad.
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La opinión actual sobre Ricardo Ahued, es que de los diferentes prospectos morenistas a gobernador (en este momento se mencionan a 7 personajes de ese partido), sólo él y Zenyazen Escobar, el secretario de educación del gabinete estatal, no han sido altamente cuestionados por los diversos grupos y liderazgos morenistas. Otro aspecto que habría que considerar, es la posibilidad de que, para el caso de que se modificara la constitución, y resultara como candidato, Nahle o Huerta, los partidos de oposición podrían pedir a Ahued como candidato a la gubernatura, descomponiendo totalmente la situación política, aparentemente fácil para el obradorismo. Esta posibilidad que no es descabellada ni remota, es el posible escenario que más debe preocupar en palacio nacional.
Pudiera afirmarse que lo más difícil que tiene enfrente Ricardo Ahued es que el sistema obradorista (federación y estado) le permita hacer una buena labor como presidente municipal de Xalapa. Si el hidalguense supera ese escollo, el fuego amigo, y sobre todo, el obstáculo constitucional, ningún problema se visualiza en el futuro para impedirle convertirse en gobernador de Veracruz.
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Y recordemos que su grupo hace muchos meses lo propuso como siguiente gobernador, ya sea como sustituto de Cuitláhuac, o bien, como el mejor prospecto de Morena y de muchas otras fuerzas que simpatizan con esa idea.
