Los raquíticos resultados de Cuitláhuac García, las decisiones centralistas y la creciente oposición en el país, están produciendo decepción y rechazo en mucha gente que votó a favor de Morena en la elección federal pasada. En este momento, no podría asegurarse un triunfo apabullante de ese partido. Y los demás están haciendo el mejor esfuerzo.

Diversas personalidades de la sociedad veracruzana hacen sentir que ni siquiera el inicio de las vacunaciones ha incrementado el apoyo de la gente al partido en el poder. Y las constantes acciones del gobierno del estado en contra de dirigentes y representantes sociales de la entidad, incrementan el disgusto y oposición de los votantes en los municipios.

En el caso de la capital del estado, Ricardo Ahued había tomado unos meses las banderas de la lucha contra las tarifas altas de luz que enarbola Francisco Fernández Morales, El Potro desde hace 20 años. Al final, el exsenador fue a votar disciplinadamente en favor de la reforma eléctrica de AMLO, traicionando la confianza del líder veracruzano de la resistencia al pago de luz cara. 

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Y qué sucedió con Ricardo, dejó tirado el don de la decencia que tanto publicita, y dejó tirado el compromiso con El Potro, a quien además los morenistas le hicieron de chivo los tamales de la diputación por el distrito Xalapa Rural que le habían ofrecido en México, obstaculizándole la participación con algún otro partido político. El problema para los morenistas, es que el incómodo dirigente actopeño tiene miles de seguidores en los municipios con climas cálidos del estado. 

Xalapa no visualiza más morenistas en el palacio municipal. David Velasco y el exrector Arias podrían acabar con las ansias sucesorias. Y el palacio de gobierno y su incompetencia fortalecen diariamente a la oposición.  

En Coatzacoalcos el alcalde más inepto de la historia de ese municipio, es el principal enemigo de Amado Cruz, el candidato guinda a la alcaldía. Pero ahí López Obrador la juega con otro candidato de Fuerza por México. A esto abona el trabajo milimétrico y consistente que realiza en el territorio Jesús Moreno, quien seguramente cuenta con toda la estructura visionaria, viva y avivada de Marcelo Montiel. 

Paree que Amado deberá acostumbrarse a perder, perdió la junta de coordinación política del congreso minúsculo estatal en 2018, debido a la miopía de los cuitlahuistas. Ahora se le dificulta la elección en el viejo y criminalizado Puerto México. Carlos Vasconcelos mueve su potencia y restará otro tanto a la lucha del protegido de Nahle.

En Veracruz y Boca del Río estará muy difícil cambiarle el chip a los jarochos que son leales a sus amigos y socios comerciales de toda la vida. Nadie imagina el potencial económico y turístico de la zona, puesto en las torpes manos de las ávidas huestes morenistas que solo ven nóminas, contratos de obra y nuevas formas de aplaudirle ferozmente a su tlatoani.

Por tercera vez en Minatitlán el transportista Nicolás Ruiz busca la alcaldía por la alianza del PAN. Pero Morena no quiere perder allí y tiene muchas fortalezas. En Orizaba todo será para el grupo de Juan Manuel Diez, apoyado en décadas de trabajo por la ciudadanía

En el distrito de Misantla, Rubén Darío Carrasco Mora, el propietario de Coyame y otras empresas hace lucidora, refrescante y costosa campaña para quedarse con la diputación. Tendrá problemas para cuadrar las cuentas ante OPLE. En Actopan Carlos Retureta no puede parar a Ignacio García Leyva y en Emiliano Zapata el doctor Luis Sergio Leyva sigue tejiendo fino y diseñando programas de trabajo acordes a las necesidades de cada localidad.

Por lo que se observa, no son muchos los aspirantes morenistas que podrán sacar adelante sus campañas. Algunos expertos encuestólogos, han descubierto que Morena podría llevarse 6 diputaciones federales, de 20, solamente. De ese tamaño están las cosas para la 4T.

Morena no la tiene segura en Veracruz, siguen soñando sueños y atraen a sus propios demonios.

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