Ricardo Ahued vive el momento de ensoñación que experimentan las juveniles quinceañeras: todos quieren bailar el vals con la persona principal de la fiesta. Hoy por la mañana cuatro diputados morenistas lo invitaron a ser candidato de ese partido a la alcaldía de Xalapa.
Pero este evento invernal, tiempo de rigores climáticos en que la naturaleza aconseja hibernar, más bien parece una mañosa tendida de cama para que el desesperado que se siente el salvador de la patria y que ansía los premios y reconocimientos, no escuche otros cánticos que lo hipnoticen y le roben el seso.
Esta circunstancia suscitada en famoso café xalapeño, recuerda a un importante líder estatal que se desesperó entre las promesas que le vendían y cayó en trampas y cantos de sirenas que solo lo envolvieron. Al final ninguno de los chambelanes cumplió las promesas, quedando el que lustraba sus zapatos para bailar, simplemente como aquel célebre perro de las dos tortas.
Ricardo Ahued deberá tener mucho cuidado. El que llevaba el micrófono y la lisonja es muy conocido por las argucias y las malas componendas y, a espaldas de su inventor, se promueve como el verdadero cerebro y quinta esencia de Cuitláhuac y el régimen estatal. Y varios no se han dado cuenta que este personaje de ficciones no ha ayudado a su jefe en nada positivo.
El 26 de abril del año pasado en el editorial ADUANA NO SUPERADA: EL FRACASO DE RICARDO AHUED, este portal informativo señaló que el hidalguense podría ser candidato a alcalde de Xalapa, lo cual sigue siendo una fórmula con posibilidades de éxito.
Ese día se afirmó lo siguiente. “Existe un antecedente que debe evidenciarse, porque no es asunto menor. El buen paso que había adquirido Ahued Bardahuil en el senado, se lo destruyó con un autosabotaje que molestó a la nomenclatura morenista: el pecado capital de insistir y mostrar temprano interés por la gubernatura de Veracruz, dando alas a sus seguidores y admiradores temporales, que quieren que Cuitláhuac se haga a un lado para que Ricardo llegue al palacio de gobierno en Xalapa, el primero de diciembre próximo”.
“Aunque quizá haya algo de cierto en esa idea audaz que no es simple sospecha. Que el empresario hubiera conseguido mover la tómbola el viernes en palacio nacional, obteniendo el salvoconducto para la candidatura a repetir como alcalde en Xalapa, de la mano de Morena”.
A Ricardo Ahued ya lo empujó AMLO, y ya lo destaparon Palabras Claras, sus fieles seguidores y 4 diputados morenistas. Es un importante activo para la alcaldía xalapeña. Ya se verá qué partido o partidos son los que finalmente logran hacerlo candidato y llevarlo al triunfo electoral el 6 de junio próximo.
Que no se le quemen las habas al prospecto de la plasticidad con sonrisas para todos. A la alcaldía xalapeña deberá ir con paso cauto y sin tambaleos. La gubernatura está bastante lejana. Por lo pronto podría dedicarse a florecer sus negocios, que es lo más valioso que tiene.