En este mes de noviembre viene a la memoria uno de los relatos más conocidos de la literatura universal. Las mil y una noches es un libro originario de Medio Oriente en el que se narra la manera que ideó la hermosa Sherezade (o Sherezada) para entretener por más de mil días a su marido, el rey Shahriar, evitando con ello morir decapitada, como había sucedido con varias de las esposas anteriores del mandatario persa, quien había instituido esa cruel venganza después de que descubrió la infidelidad de su primera mujer con un atrevido siervo.
El recuerdo de ese célebre libro de cuentos tradicionales árabes, llega a los veracruzanos al constatar el escaso contenido del tercer informe de Cuitláhuac García Jiménez, en el que únicamente se comprobará la conocida serie de historias triunfalistas sobre su paso por el poder ejecutivo del estado. Una deslucida información que el poco ingenioso mandatario ya regaló en sus redes sociales, en las que incansablemente demostró que la palabra hueca es lo más fuerte de su gestión.
Y la evocación de la antigua Persia y de sus leyendas llegará a la sociedad justamente al cumplirse los tres primeros años de que García Jiménez está al frente del gobierno del estado: mil 95 días y noches de una gestión con resultados mínimos y donde hay muy pocas obras importantes, con una escuálida lista de acciones menores, decenas de promesas y rollos, exceso de préstamos bancarios que no se justifican, subejercicios y devolución de recursos millonarios a la federación, así como numerosos distractores que han ayudado a mantener a flote a un jefe de gobierno que resultó bueno para la danza y el cuento, pero inoperante para conseguir resultados convincentes.
Desde días pasados estamos escuchando las falsas informaciones y “logros” de los secretarios de despachos, plagados de cosas “nunca vistas o jamás conseguidas” en sus ridículos mensajes o declaraciones sin fundamento que deben estar avergonzando a sus familias.
Los veracruzanos se preguntan cuáles son las obras sobresalientes de este informe. Que se diga claramente adónde fueron a parar los préstamos, a cuánto ascienden los subejercicios de tres años, o por qué se cuelga de la vacunación federal de Covid-19 o del proyecto del Istmo, que son acciones federales. Que explique por qué presume la baja en delitos, cuando la gente no ve esa disminución en ninguna parte. Feminicidios, secuestros, asesinatos y cobros de piso cubren el territorio y, salvo contadas excepciones, nadie detiene a los criminales.
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Pero esto no es todo, el pueblo de Veracruz ha sufrido una administración que se ha caracterizado por el nepotismo, la opacidad, el desorden administrativo, la falta de legalidad, y la ausencia de responsabilidad en la mayoría de los titulares de las dependencias de gobierno.
El informe de obritas rancheras o cuestionadas que Cuitláhuac presentará este día al congreso y en la ciudad de Tlacotalpan, será la narración de una serie de fábulas al estilo de las cábulas jarochas que tanto gustan al pueblo desinteresado y fandanguero. Así llevará su circo autocomplaciente al municipio que prefirió para ese evento, en lugar de hacerlo en la capital.
Todo indica que este rudimentario imitador de Sherezade que ocupa el palacio en Xalapa, ha inventado una colección completa de cuentos con efectos especiales para evitar que los molestos veracruzanos hagan rodar su cabeza antes de tiempo.
