Cuando el actual gobernador de Veracruz iniciaba su gestión en diciembre del año pasado, alguien tuvo la pésima idea de probar su tolerancia y firmeza respecto a la estrategia política del bloqueo de calles y avenidas para demandar o exigir apoyos y soluciones a las instancias públicas.

Como venía ocurriendo en la capital veracruzana desde meses atrás, y sin considerar los daños a terceros, una mañana de ese mes, un grupo de manifestantes tomaron las oficinas de la Secretaría de Educación estatal y obstruyeron por varias horas el paso a los automovilistas y viajeros que transitaban por la avenida Lázaro Cárdenas en la ciudad de Xalapa.

Como era de esperarse, las autoridades de la seguridad pública trataron de convencer a los inconformes para que liberaran el paso, y al no poder lograrlo con palabras, dispusieron lo necesario para desalojar por la tarde y restablecer el orden, apresando a la dirigente.

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A finales de la semana anterior, trascendió que la cabeza visible al mando de esa manifestación llevada al carril de la ley, fue sentenciada a cuatro años de cárcel. Un eficiente sistema de seguridad pública y de impartición de justicia veracruzana, en unos cuantos meses ha logrado esa hazaña procedimental en contra de la denunciada, una señora de nombre Topacio Citlali, que por cierto, dicen que dirige una alianza política.

Ese hecho que denota eficiencia y eficacia gubernamental, reconocido por los xalapeños hastiados de bloqueos en ese tiempo, seguramente es parte de los logros que contiene el primer informe de esta administración estatal en el apartado de la seguridad pública y la Fiscalía.

Pero esa eficiencia legal contra una tempestuosa ciudadana que creyó estar respaldada desde las altas cumbres priistas y del limbo donde moran sus prospectos a la gubernatura, resulta que el gobierno yunista no puede aplicarla en el célebre caso de Karime Macías, la exprimera merecedora de abundancia.

Muchos aplauden que esa rijosa dama que “sólo” le quitó 12 horas de tranquilidad a la sociedad viandante ese infausto día frente a la SEV, se hiciera merecedora a 4 largos años de cárcel, en tan sólo once meses de acuciosas investigaciones y diligencias.

Pero esos mismos se preguntan cómo es posible que tal enjundia, capacidad, oportunismo y cumplimiento del deber legal en relación a Topacio, no se observa de ninguna manera en el escabroso caso de Karime Macías y los supuestos fondos multimillonarios que ahora disfruta en Inglaterra junto a sus hijos y familiares, sin que la moleste el pernicioso Brexit que ya afecta a toda la economía del Reino Unido.

En otros lugares deben estar asombrados con nuestra sabrosa cocina vernácula. Es probable que hayan encontrado similitudes entre el delicioso y tradicional platillo servido con robalo y nuestra rimbombante “justicia a la veracruzana”, que empieza a hacerse famosa.

Es que hay de robalo a robalo en el mar, dirían los pescadores. En Veracruz, muchos robaron y todos ellos robalean. Pero sólo algunos llevan anzuelo. Los peces gordos seguirán engordando.

Aunque no importa. Al final, son sólo minucias del primer informe.

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